En este sentido, Miquel Amarós, miembro del Programa de Orientación y Transición a la Universidad, ha sido el principal encargado de facilitar información y resolver dudas de los estudiantes. Principalmente, Amorós ha detallado los grados que ofrece la UIB, y la sede en concreto, la metodología de las clases y una de los aspectos que más aterra a los escolares: la PBAU. Asimismo, ha comentado la nueva opción que ofrecerá la UIB de Mallorca, Ciencias de la actividad física y del deporte, que se suma al grado de Ingeniería Informática que oferta la sede de Ibiza por primera vez. «Suelo incidir mucho en qué asignaturas escoger en el bloque de acceso de la PBAU. Influye mucho a la hora de escoger un grado. Normalmente las ponderaciones suelen ser muy parecidas pero puede haber alguna diferencia», señaló Amarós.
Además, Amarós ha destacado la importancia de realizar las pruebas de acceso a la Universidad incluso para aquellos alumnos que quieran optar por grados superiores. Es el caso de Ana Avilés, alumna de IES Algarb. «Quiero hacer un grado superior de audiovisuales», explicó la joven, que se plantea cursarlo en Granada «porque tiene familia allí». «Muchas veces los profesores se enfocan mucho en la selectividad y no valoran otros tipos de alumno», concluyó.
A su lado, su compañera Estela Bernal explica que está muy segura de qué estudiar pero todavía se cuestiona que destino será el ideal para ella. «Quiero estudiar psicología pero no sé todavía donde Valencia, Zaragoza o quizá, después de esta charla, escoja la UIB», puntualizó. Por otro lado, hay otros alumnos, como el caso de Lucía Rodrigo, que sí tiene muy claro el centro donde empezar su nueva etapa formativa. «Quiero hacer arquitectura, mi sueño desde pequeña, en la Universidad Politécnica de Barcelona. Depende de la nota, pero no valoro otra opción. Es la mejor», explicó Lucia Rodrigo, alumna de La Consolación.
Sin embargo, si algo tienen en común los más de tres centenares de estudiantes que han asistido a estas jornadas informativas es el pánico a enfrentarse a uno de los exámenes más determinantes de la vida de un estudiante. «Desde primero de bachiller escuchamos la palabra Selectividad 50 veces por día», señaló Martina Sánchez. «Tengo muchísimo miedo. Al final intento pensar en lo que nos dicen los profesores, que si te va bien el curso te va bien el examen», dijo Junior Mesa, alumno de la Escuela de Arte.
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