Desplazada la iniciativa al porche del viejo Ayuntamiento para que los participantes pudieran resguardarse del frío y el viento, el I Encuentro de grafiteros de Ibiza permitió este sábado descubrir a prometedores artistas de la isla.
La concejala de Cultura de Vila, Carmen Domínguez, señaló que «queremos tocar todos los palos» y es innegable que el arte urbano y el graffiti forman ahora mismo parte de esta cultura «y van in crescendo», sumando aficionados y profesionales.
La edil resaltó el éxito de este taller puesto que las plazas disponibles se llenaron rápidamente al tener que ser grupos reducidos de unas ocho personas.
«Tenemos otro taller ya completo, así que en febrero o marzo repetiremos el encuentro», destacó Domínguez.
Las obras ya terminadas adornarán ahora las paredes del claustro del Ayuntamiento durante unas semanas.
Fossi, el encargado de enseñar a los participantes todos los secretos del graffiti, explicó que lleva unos 15 años dedicado a esta disciplina artística y destacó que este arte ha evolucionado «bastante bien» y «ya no estamos mal vistos».
«Estoy un poco asustado porque son muy pequeños», reconoció el artista minutos antes de comenzar refiriéndose a los participantes.
A qué distancia hay que colocar el bote de spray para pintar o cómo combinar los colores, fueron algunos de los consejos que Fossi dio a sus alumnos.
Aunque recomendó a los jóvenes artistas que pintaran un fondo de colores y escribieran encima sus iniciales, más de uno se dejó llevar por un momento de inspiración y terminó creando una bonita composición.
Mateo, de nueve años, explicó que se había animado a participar en el encuentro porque hace un tiempo le regalaron una libreta y comenzó a dibujar. «No es difícil», afirmó.
También Ariana, de 14 años, acudió al taller junto a su hermano Adrián y a su madre «porque siempre me ha gustado pintar».
«Al final, las mamis también pintan», comentó Carmen Domínguez.
Belén, la madre de estos hermanos, consideró importante que los niños y adolescentes puedan desarrollar sus aptitudes artísticas y explicó que «en casa siempre pintan, aunque esto no lo habían probado nunca».
Lucía, organizadora de Fantasía Ibiza Festival, bromeó asegurando que «si hay algún niño con talento, nos lo llevamos al evento».
Martí, de ocho años, pintó este sábado un graffiti por primera vez, «aunque no es complicado». Tras permanecer unos instantes frente al lienzo en blanco, comenzó a mezclar tonalidades consiguiendo una bonita combinación.
«Esperemos que por casa no me haga ningún graffiti porque sería la última actividad en la que participa», alertó divertida su madre.
Como el arte del graffiti tiene también algún que otro riesgo, varios pequeños sufrieron un leve contratiempo cuando apuntaron equivocadamente el bote de spray y la pintura acabó salpicando sus ojos.
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