Según la Biblia in illo tempore los hombres nos entendíamos en una sola lengua, pero entonces nos volvimos vanidosos y echamos un pulso a Dios con la torre de Babel, que debía tener un diseño de espantoso pepino a lo Nosferatu Nouvel.
Las consecuencias son conocidas: la torre se despeñó al tiempo que los hombres empezaron a hablar lenguas diferentes, se dividieron aún más en sectas y tribus y se lanzaron a la guerra. Algunos antropólogos esotéricos opinan que antes podíamos comunicarnos telepáticamente. Fue un don que se perdió; hoy solo el que bebe de la sangre del dragón puede entender el lenguaje de los pájaros.
Aunque es agradable sentirse amado en lenguas diferentes. Cada vez que critico la espantosa sonoridad de un determinado idioma, conozco a alguien deseable que me habla de amor en esa lengua. Y entonces cambio mi opinión, porque no existe idioma que no se torne hermoso cuando se habla amorosamente.
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1 comentario
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Los que procedentes de otros lugares de España vinimos a Ibiza hace décadas, sabemos bien de la dulzura y sonoridad agradable del ibicenco, tan distinto al malsonante catalino hablante💁♂️