Al margen de lo obvio, una de las peores consecuencias de la pandemia de COVID-19 ha sido el cambio en los modos de muchos políticos y administraciones. Las muestras de solidaridad y el afán por crear un sentimiento colectivo del bien frente al mal son ya historia. Buena muestra de ello es lo que está sucediendo ahora mismo en el Ayuntamiento de Ibiza entre su gobierno y los sindicatos CCOO, Csif y SPPME. Estos representantes de buena parte de los cerca de 500 trabajadores de la institución cedieron al Consistorio su local sindical para que este pudiera abrir una oficina de ayudas relacionadas con la pandemia. A día de hoy, cuando ya no hay ningún proceso de ayudas activo, nada justifica que no se les haya devuelto este espacio.
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3 comentarios
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Esta gente son mucho de ir con asociaciones y hacer el paripé. Pero en realidad no les importa un carajo nada, solo hay que ver cómo tratan a los funcionarios del ayuntamiento de Vila que en comparación con los demás ayuntamientos de la isla, ellos son tercermundistas cuando deberían de ser la referència al tratarse de la capital..... Es el único Ayto que los funcionarios de todos los departamentos salen por patas otros ayuntamientos en cuanto pueden. Y el último es fastidiarse es el ciudadano de Vila....
La explicación de la no devolución del local a los sindicatos es clara, Vila se rige de forma dictatorial y no de forma legal, aquí se hace lo que yo digo no lo que dice la ley, que yo soy Rafa I de la UD