Resulta que cada cuatro años, cinco en este caso, ocurre un fenómeno sin igual. Parece que el tiempo se detiene y se entra en una especie de trance en el que el deporte se convierte para muchos en lo más importante. No hablo de fútbol, ni de baloncesto, tampoco se trata del tenis. Hablo del deporte en lo más amplio de su palabra. Si algo tienen los Juegos Olímpicos es que hacen que un asturiano viva con intensidad, como si se estuviese jugando casi su vida, la subida por una pared de un chaval extremeño de 18 años. Un joven cuya existencia desconocía hasta hace poco más de un mes. Es magia.
Opinión
Cada cuatro años...
También en Opinión
- Drama de la vivienda en Ibiza: retiran la caseta de obra en la que vivían un padre y su hijo en una carretera
- Habla el mallorquín furioso por ser multado en Ibiza: «En Palma puedes aparcar la moto en zona azul sin pagar»
- Los megayates que amarren en el puerto de Ibiza podrán apagar motores y así reducir la contaminación
- Ibiza tramita un multazo de 450.000 euros por un piso turístico que alquilaban italianos y españoles en Airbnb
- Denunciados por un presunto delito de odio los concejales del PP y Vox en Sant Josep
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.