Eivissa10/01/21 4:01
Filomena ha traído un frío que pela y los desamparados que no tienen chimenea, amante o piel de oso suspiran por la visita de un gigantesco San Bernardo con barrilete de ron atado al cuello. No deja de ser llamativo que, justo cuando arquitectos y decoradores de medio pelo declaraban estúpidamente la guerra al fuego sagrado (que siempre calentó los hogares pitiusos con cierto aroma a sobrasada afrodisíaca), el precio de la electricidad empezara a dispararse.
En la estafa eléctrica parece dar igual quién mande, pero la hipocresía de los sumos mentirosos que forman el gobierno más progre de la historia de España ha quedado una vez más en pelota picada. Su tan cacareado progreso es meramente particular, muy a la vista está.
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