La representación balear en el medallero español de los pasados Juegos Olímpicos confirma su presencia en la élite del deporte, en algunos casos como jóvenes promesas y en otros como el colofón a una larga y exitosa trayectoria. De las dieciocho medallas de España, cuatro las han recibidos deportistas de las Islas: Rafa Nadal, Joan Llaneras, Toni Tauler y Rudy Fernández.

Llaneras se despidió en Pekín del ciclismo profesional con dos medallas olímpicas, una de oro y otro de plata, esta última junto con el también mallorquín Tauler. Una vez más, en la cima del podio estuvo Rafa Nadal, para confirmar que él es el número 1 del tenis mundial. El broche de oro, aunque sólo obtuviera la medalla de plata, lo puso en la última jornada el equipo español de baloncesto en un épico encuentro ante el nuevo dream team de los Estados Unidos y en el que Rudy Fernández realizó una labor extraordinaria, la cual ha merecido los elogios de toda la prensa especializada.

Hay, por tanto, razones para expresar el legítimo orgullo de que hijos de Balears hayan inscrito sus nombres en el medallero de una competición como las Olimpíadas, aunque ello no significa que haya que ocultar que, con excepción de Nadal, nuestros deportistas se han formado en centros de tecnificación deportiva de la Península. Este es un aspecto sobre el que es necesario introducir una seria reflexión, los destellos en el mundo del deporte no son fruto de la casualidad; en el mundo del deporte es necesario realizar importantes inversiones que superan las grandes infraestructuras. También es preciso invertir en lograr que Balears sea sede del mejor deporte, con el apoyo de las instituciones y las empresas, y la de ahora es una oportunidad inmejorable para conseguirlo, entre todos.