El ministro de Economía, Pedro Solbes, presentó ayer los Presupuestos Generales del Estado para 2005. Unos presupuestos en los que destaca por encima de otros capítulos, como ya se había anunciado, el de los gastos sociales: educación, sanidad o cultura. También es destacable, entre los aspectos positivos de las cuentas del Gobierno de Rodríguez Zapatero para el año que viene, la desaparición de la polémica Ley de Acompañamiento, que se había convertido en un auténtico coladero.

Por lo que respecta a Balears, hay varias cuestiones que debemos analizar detenidamente. Una de ellas es que no se contempla aportación alguna para que el descuento en los vuelos interinsulares y con la Península alcance el 50 por ciento, aunque esto podría modificarse mediante las enmiendas que van a aportar en el trámite parlamentario las diferentes fuerzas políticas.

Más chocante resulta, dadas las circunstancias, que las inversiones previstas por el Ejecutivo en Balears se reduzcan en un 34 por ciento y que, por contra, la Comunitat Autònoma de les Illes y Madrid sean las únicas que deben aportar dinero al Fondo de Suficiencia para hacer frente a las carencias de otras autonomías.

Curiosamente, esta situación se produce cuando los Ejecutivos central y autonómico son de color político diferente, algo que se ha dado en ocasiones anteriores y que no tendría por qué representar problema alguno. No obstante, este desfase debería corregirse para que no sigamos padeciendo agravios comparativos que inciden negativamente en la calidad de vida de los ciudadanos de Balears.

Tiempo hay para dialogar, para modificar y poner remedio a los defectos que puedan presentar las cuentas del Gobierno para 2005, pero todos los grupos políticos deben ser conscientes de que no se puede marginar a Balears.