La Feria Internacional de Turismo (Fitur) celebrada esta semana en Madrid ha confirmado los espléndidos pronósticos para la temporada alta en Baleares y desde el Govern se ha reafirmado la apuesta por la sostenibilidad y la calidad, frente al turismo descontrolado de masas. Otra novedad importante conocida en la feria es que AirBnB, la gigantesca plataforma de alquiler de pisos, pondrá a disposición de los vecinos un teléfono para alertar de las molestias que se puedan producir. Este dato es importante porque una parte del alquiler turístico, que puede llegar a ser muy rentable para los propietarios, ocasiona serios trastornos a los vecinos de casas de campo que se alquilan en esta plataforma, así como los pisos que se alquilan a turistas. El reto real, con todo, será intentar compatibilizar esa sostenibilidad que anhela el Govern y la mayoría de hoteleros con las previsiones de llegadas masivas de veraneantes, principalmente en julio y agosto. De hecho, todo apunta a que esta que llega será una temporada récord. Otra más en Baleares.

El precedente de 2024

No hay que olvidar que durante el verano pasado se registró un potente movimiento social que exigió a las autoridades y los hoteleros un cambio en el rumbo turísticos. La isla, con la llegada masiva de visitantes, queda masificada y las carreteras o playas se colapsan. El día a día para los residentes es complicado y varias multitudinarias manifestaciones pidieron otro modelo turístico.

Mercados emergentes

Todo ello ocurre mientras el sector mira hacia nuevos mercados emergentes y de alta calidad, como podría ser el norteamericano a través de la conexión entre Palma y Nueva York, de la que se podrían ver beneficiadas Ibiza y Formentera al recalar también en las Pitiusas los viajeros norteamericanos que lleguen a la mayor de Baleares. El perfil de ese turista es de alto poder adquisitivo y muy baja conflictividad. Así pues, hay grandes expectativas para la presente temporada turística, que vuelve a plantearse con grandes retos en el horizonte, como la falta de vivienda para trabajadores de temporada o la negociación del nuevo convenio de hostelería que afecta a miles de trabajadores en las Islas.