Óscar Portas se convirtió este viernes en el nuevo presidente del Consell de Formentera tras prosperar la moción de censura contra Llorenç Córdoba, que ha permanecido en su cargo a pesar de haber sido expulsado del partido por el que se presentó a las elecciones, Sa Unió, y no tener apoyos para seguir gobernando. El pleno extraordinario se celebró sin sorpresas y Oscar Portas sumó los votos de su propio grupo, Sa Unió, y de Gent per Formentera(GxF) y PSOE para ser elegido nuevo presidente del Consell. Era lógico que un representante de Sa Unió relevase a Córdoba al ser el partido más votado en las pasadas elecciones. Otra solución no se hubiese entendido políticamente.
Situación insostenible.
Llorenç Córdoba no solo perdió los apoyos para ser presidente sino que ha provocado una grave inestabilidad en la plantilla laboral del Consell, como recordaba el propio Portas en el pleno de la moción de censura. Todo lo que ha gestionado Córdoba durante este último año ha sido un auténtico esperpento y solo cabía una solución: la moción de censura. Portas admitía que la moción ha sido un acto de responsabilidad, no una actuación contra una persona. Es evidente que los habitantes de Formentera no merecían esta inestabilidad política que ha paralizado la actividad en la primera institución durante algo más de un año.
Muchos responsables.
Córdoba no ha sido el único responsable de lo que ha ocurrido durante este año en el Consell de Formentera. No se puede obviar tampoco la mala gestión por parte de José Manuel Alcaraz, incapaz de buscar una solución política a la crisis generada por el propio Córdoba al exigir un sobresueldo de 4.000 euros. Alcaraz perdió incluso la confianza de su propio partido y su salida era imprescindible para llegar a esta solución política. Pero lo importante a partir de ahora es el futuro del Consell de Formentera, que con un nuevo presidente y con el apoyo de su equipo sepa afrontar los problemas de los ciudadanos desde la estabilidad política, olvidar las rencillas partidistas, y sobre todo dignificar la principal institución de la isla. Oscar Portas no lo tendrá fácil, pero la moción de censura es un punto de partida para cambiar las cosas. Como decía Alejandra Ferrer, Formentera ha vivido el episodio más denigrante que ha vivido la isla desde que nació el Consell. A partir de ahora solo se puede exigir una cosa a los representantes políticos de Formentera: trabajo y estabilidad.