Santiago Abascal, desde Madrid, ha decidido que Vox no apoye ninguno de los presupuestos en aquellas comunidades autónomas donde su voto es decisivo. La medida afecta directamente al Govern de Marga Prohens, que había alcanzado un acuerdo con los dirigentes de Vox en Baleares. De hecho, Vox ya había apoyado hace unas semanas el techo de gasto, el paso previo antes de aprobar los presupuestos. Vox reclama que el catalán deje de ser la lengua vehicular en Balearse. El Govern ya ha comunicado que no acepta las presiones de la ultraderecha y prorrogará los presupuestos.

Poco claros.

«Vox dice un acosa por la mañana y otra por la tarde», manifestó este jueves el portavoz del Govern, Antoni Costa, en relación a la postura de sus antiguos socios. El Ejecutivo no quiere que el catalán vuelva a ser motivo de confrontación en las aulas después de haber gestionado durante un año y medio la política educativa con una relativa tranquilidad a pesar de las exigencias inasumibles de Vox. Evidentemente, eliminar el catalán es una excusa barata de Vox para no apoyar los presupuestos porque sabe que esta medida incumpliría el Estatut d’Autonomia. Está bastante claro que la estrategia la marca Santiago Abascal para distanciarse aún más del PP.

Prórroga.

Vox está demostrando en esta legislatura que no es un socio fiable. Sus salidas de tono recuerdan a aquellos desmarques de Unió Mallorquina cuando intentaba dirigir la política autonómica con sus escasos dos o tres diputados. Pero Prohens no está dispuesta a ceder y tiene claro que deberá prorrogar los presupuestos, como ha hecho Sánchez en el Gobierno central. Adelantar las elecciones es una hipótesis que no se baraja y que, además, sería una malísima noticia para Vox, pero especialmente para los socialistas, acosados por la corrupción nacional. Ha llegado el momento para la política con mayúsculas. Gobernar en minoría no es sencillo pero demuestra la capacidad política de un dirigente. Y la presidenta Prohens y su equipo deberán demostrar ahora que es posible gobernar sin mayoría absoluta. Con Vox es mejor no volver a pactar nada lo que resta de legislatura.