Pedro Sánchez fue ratificado este domingo como líder del PSOE. A pesar de todos los escándalos que acosan a los socialistas y al Gobierno, el congreso federal no sirvió para hacer autocrítica o intentar buscar soluciones a los principales problemas de los ciudadanos. La cita de Sevilla fue una excusa para ratificar al líder, criticar a la oposición y a los medios de comunicación, y mantener en sus puestos a dirigentes tan cuestionados como Santos Cerdán. Sin embargo, apenas se hizo autocrítica con asuntos tan graves como el ‘caso Koldo’, las denuncias formuladas por Víctor de Aldama o la reciente renuncia de Juan Lobato.

Pocas ideas

Sánchez volvió a sacarse de la chistera una nueva propuesta sobre la vivienda para intentar dar un impulso a la gestión cuando desde hace meses solo se vincula al presidente del Gobierno con la corrupción. Por ejemplo, anunciar la creación de una gran empresa pública para construir viviendas es una iniciativa poco convincente porque ya se han hecho promesas en el mismo sentido que no han fructificado. De hecho, el presidente del Gobierno ha prometido en los últimos años la construcción de 250.000 viviendas con un balance pobrísimo. Es una evidencia que durante estos años Sánchez no ha entregado ni una sola vivienda, teniendo en cuenta además que las competencias son autonómicas. Con este tipo de propuestas que nadie espere que se puedan resolver los problemas de la vivienda.

Seguir en el poder

El congreso de Sevilla confirma que el único interés de Sánchez, como ha demostrado en tantas ocasiones, es seguir en el poder a cualquier precio. Quiere agotar la legislatura a pesar de no tener los votos en el Parlamento para sacar adelante sus políticas, pero eso le importa realmente muy poco. El propio Sánchez ya desveló que no tenía inconveniente en gobernar de espaldas al poder legislativo. Ha quedado claro que el objetivo de Sánchez es seguir tres años más y repetir como candidato en las próximas elecciones, pero para que su objetivo sea viable debería presentar propuestas mucho más concretas y, sobre todo, intentar lavar la imagen de todos los escándalos de corrupción que le persiguen desde hace meses.