EditorialIbiza24/09/24 0:30
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Durante los últimos meses se ha avivado el debate sobre limitar la venta de viviendas a extranjeros en Baleares. Los promotores de esta propuesta, que no tendría el apoyo de la Unión Europea, defienden que dichas limitaciones permitirían que los residentes tuviesen acceso a las viviendas disponibles en Balears y, además, se produciría una rebaja de precios. De hecho, el Senado rechazó la semana pasada una propuesta del ibicenco Juanjo Ferrer en este sentido. El PP, con mayoría en la Cámara Alta, votó en contra, lo que provocó las críticas de los socialistas. Sin embargo, desde el propio Gobierno de Sánchez advirtieron hace meses que limitar la venta de viviendas a no residentes era una medida ilegal y, por lo tanto, no podría aplicarse.

Estadísticas

Solo uno de cada tres extranjeros que compraron una vivienda en Balears en 2023 eran residentes, lo que supone que la inmensa mayoría de estos inmuebles fueron adquiridos como una segunda residencia. El Consejo Económico y Social de Baleares advierte que la comunidad balear presenta la tasa más elevada de España en transacciones realizadas por no residentes, en concreto un 25%.

Estudios

Al margen de que en la actualidad impedir que los no residentes puedan adquirir una vivienda en Balears incumple la normativa europea, sería conveniente que los promotores de esta propuesta aportasen algún estudio mínimamente solvente para dar por hecho que dichas limitaciones beneficiarían a los ciudadanos de las Islas. ¿Cuántos residentes tendrían acceso a una vivienda que actualmente compran los extranjeros? ¿Es comparable el mercado inmobiliario de residentes y no residentes, especialmente en Ibiza y Formentera? Sorprende también que el PSOE se sume al grupo de colectivos indignados ante la decisión del Senado de vetar una iniciativa sobre la venta de propiedades inmobiliarias a los no residentes cuando durante ocho años no se planteó ninguna propuesta para evitarlo. Mientras no haya documentos solventes sobre la iniciativa, habrá que pensar que solo es una cortina de humo ante el gran problema que se vive por la falta de vivienda.