Este periódico publicaba este lunes que con la llegada de la temporada alta se han producido las habituales quejas sobre el servicio que prestan los taxis en Ibiza. En concreto, se critican las largas esperas por parte de clientes y, más en concreto, servicios que no se prestan. El exceso de demanda provoca que algunos taxistas prefieran elegir los trayectos que pueden resultar más rentables en perjuicio de otros servicios. Ante estos hechos, el director insular de Transports, Roberto Algaba, considera necesario ir hacia un régimen sancionador para todos aquellos taxistas que utilicen estas prácticas que perjudican a aquellos clientes que no son atendidos.

Casos concretos

En un hotel de la zona de Puig des Molins han llegado a colocar en recepción un cartel en el que avisan que no se hacen responsables del servicio de taxi que puede prestarse. El problema, dicen, se produce en determinados momentos del día que es cuando los taxistas prefieren ir a recoger clientes a las discotecas y no hacen otros servicios. Desde el Ayuntamiento de Vila, el concejal Rubén Sousa cree que estos problemas se produce porque existe más demanda de vehículos, si bien el gobierno municipal admite que hay que luchar contra estas prácticas. Aun así, los hoteleros quieren dejar claro que este año hay menos quejas que en otras temporadas.

Servicio público

Lamentablemente el servicio de taxis está en demasiadas ocasiones en el punto de mira. O faltan taxis o no se cubren servicios. Son problemas recurrentes durante las temporadas turísticas y que por desgracia no se solucionan por muchas veces que se denuncien. Los taxistas, además, son un colectivo muy reivindicativo y suele ser habitual que consigan todas aquellas reclamaciones que se proponen. Además de reivindicativo, es un colectivo muy ruidoso. Sin embargo, no conviene olvidar que el taxi es un servicio público, que tiene una concesión administrativa para cubrir las necesidades de una ciudad, en este caso Vila. No cumplir con ello es grave y el Ayuntamiento de Vila, en este caso, debe actuar con la máxima contundencia. También las asociaciones de taxi deben concienciar a sus asociados que hay que cumplir todos los servicios, sin tener en cuenta la posible ganancia de cada carrera. Por eso hay que exigir máxima responsabilidad a los taxistas. Y sobre todo ejemplaridad.