Las instituciones ibicencas han anunciado su intención de abordar la proliferación de asentamientos en distintos puntos de la isla donde viven, según los cálculos, entre 1.000 y 2.000    personas. El presidente Vicent Marí ha anunciado su intención de erradicar estos asentamientos tras reunirse con los alcaldes de Ibiza. Para ello, todas las instituciones y entidades sociales deben aportar soluciones y evitar la proliferación de este tipo de asentamientos, producto del drama generalizado que se vive en Ibiza por la falta de vivienda. Cabe destacar en este punto que el presidente Vicent Marí recordó que algunas personas deciden vivir en estos asentamientos de forma voluntaria.

El invierno, clave

El presidente del Consell d’Eivissa considera que este próximo invierno será clave para ver cuánta gente queda en estos asentamientos. Aunque el propósito de eliminar este tipo de asentamientos está cargado de razón, el gran interrogante que se plantea es dónde podrán vivir estas personas que actualmente no tienen posibilidades económicas para poder alquilarse un piso. De este drama es consciente el propio Marí, quien confía en que en el plazo de dos o tres años haya disponibles en Ibiza alrededor de 1.300 viviendas, de las cuales 700 serán de protección oficial y el resto de precio limitado.

Soluciones provisionales

La creación de estos asentamientos es un hecho que nadie puede negar y que ponen en evidencia el drama que se vive en Ibiza por la falta de la vivienda. Aunque es posible que algunas de las personas residan en este tipo de espacios de manera voluntaria, también es cierto que la mayoría lo hacen porque no encuentran una vivienda a un precio razonable. El diagnóstico de la situación que se vive en Ibiza está muy claro, pero se echa en falta una solución provisional que permita a estas mil o dos mil personas poder vivir temporalmente en un espacio digno, sin tener que construir chabolas o dormir en tiendas de campaña. Se puede destinar, como dice Marí, más dinero a servicios sociales, pero poco se podrá hacer sin viviendas disponibles para estas personas. El camino para acabar con los asentamientos está trazado y es positivo que todas las instituciones aborden conjuntamente la problemática, pero falta concretar mucho más las soluciones.