La decisión de Vox de romper el acuerdo de gobernabilidad con el PP en el ámbito autonómico supone una gran complicación para Prohens. La presidenta balear deberá buscar otros acuerdos para sacar adelante sus leyes o, en el peor de los casos, convocar elecciones antes de acabar esta legislatura. Aunque prorrogar presupuestos es una opción, como lo ha demostrado Sánchez a nivel nacional, no es un escenario nada recomendable. Se ha demostrado que Vox no es un socio fiable y hay que buscar alternativas.

Destituir a Le Senne.

Tras la decisión de Abascal de romper todos los acuerdos con el PP en las autonomías, tampoco hay ningún motivo más para mantener a Gabriel Le Senne en la presidencia del Parlament. Debe acordarse con urgencia su destitución en el pleno de la Cámara y elegir a un presidente del PP, que al fin y al cabo es el partido mayoritario. Los populares deben evitar en el futuro proteger a Gabriel Le Senne después del lamentable espectáculo ocurrido en el último pleno, donde el diputado de Vox rompió una fotografía de una mujer asesinada antes de la Guerra Civil. A partir de ahora, no hay más motivos para mantener a Le Senne. De hecho lo más coherente sería que el propio presidente del Parlament dimitiese en las próximas horas para ejecutar las órdenes de su partido.

La mejor opción.   

El nuevo escenario político que ha provocado Abascal por el reparto de los menores inmigrantes puede tener graves consecuencias, incluso para Vox. No han calibrado que la presidenta del Govern tiene la facultad de adelantar las elecciones y previsiblemente Vox podría salir bastante tocado a tenor de la crisis interna que llevan arrastrando desde hace un año. La situación de debilidad de la izquierda, con un PSOE sin liderazgo tras la marcha de Armengol, también es un as que Prohens podría guardar en la manga para contar con más diputados en el Parlament con el objetivo de no depender de Vox. Sea como sea, llegan momentos de incertidumbre a la política balear y es de esperar que la presidenta del Govern sepa gestionarla de la mejor manera posible, sin que los ciudadanos se vean afectados por decisiones poco meditadas de Vox, cada vez más aislado y escorado a la extrema derecha.