El conseller d’Educació, Antoni Vera, anunció este lunes la declaración como plazas de muy difícil cobertura para el próximo curso todos los puestos docentes de Formentera. Vera entiende que el gran problema del acceso de la vivienda, los efectos de la triple insularidad y la incomunicación son grandes dificultades que sufren los docentes con plazas en las Pitiusas. A l respecto, Vera ha destacado el acuerdo alcanzado con las fuerzas sindicales y ha añadido que los complementos de muy difícil cobertura que estarán operativos el curso que viene para todos los docentes de Formentera será de 300 euros mensuales, una cantidad que llegará hasta los 400 euros durante el siguiente curso.

Plazas inestables

Durante los últimos años se han conocido muchos casos de profesores desplazados a Ibiza y Formentera que han tenido graves problemas para poder residir en ambas islas durante el curso. En Formentera, por ejemplo, profesores se han llegado a plantear dejar sus plazas, otros han tenido que dormir en vehículos, situaciones que también se han producido en Ibiza. Es especialmente llamativo el caso de varias profesoras que deben viajar cada día desde Mallorca a Ibiza para dar clase, y regresar el mismo día a su domicilio. Ni siquiera se plantean buscar una habitación en Ibiza porque prácticamente no les bastaría el sueldo para pagarlo. Por lo tanto, el problema es grave y se ha tardado demasiado tiempo en solucionarlo.

Ibiza, también

Por lo tanto, hay que celebrar que el Govern haya aprobado un plus para los profesores de Formentera, pero es decepcionante que no se hubiese adoptado las mismas medidas para Ibiza, donde los docentes también sufren los mismos problemas que sus compañeros de la Pitiusa menor. Vera ha explicado que los docentes de Ibiza tendrán que esperar hasta el curso 2025-2026 para que todos los puestos docentes puedan ser declarados de difícil cobertura, pero hubiese sido deseable que esta medida se aplicase este mismo curso en Ibiza. Hay tiempo para solucionarlo y es muy urgente dotar de más presupuesto a la educación ibicenca, muy olvidada durante los ocho años de gobierno de Armengol.