El Govern lleva tiempo barajando la posibilidad de alojar a docentes de las Pitiusas en hoteles. Se trataría de utilizar habitaciones que en invierno están cerradas para alojar a profesores que en la actualidad tienen graves problemas para encontrar un alojamiento y algunos incluso prefieren viajar diariamente de Palma a Ibiza por no disponer de una simple habitación para pasar la semana. La situación es extrema y evidentemente hay que tomar medidas ingeniosas y rápidas. Cualquier solución debe tenerse en cuenta para encontrar una salida habitacional a los profesores.

Negociación

En estos momentos, Educación desconoce el número de plazas y las especialidades que se beneficiarán de esta medida porque «ha de pasar por la mesa de insularidad». El departamento dirigido por Antoni Vera, además, negocia en estos momentos con diferentes establecimientos turísticos de Ibiza y Formentera la posibilidad de destinar habitaciones para alojar a docentes que se trasladen a las Pitiusas. Se baraja la utilización de un centenar de plazas hoteleras, si bien el sindicato Alternativa de Docentes considera que esta solución solo beneficia a compañías hoteleras porque, aseguran, «harán caja a costa de los docentes».

No será nada fácil

No parece que la propuesta que ha lanzado el conceller Antoni Vera tenga el apoyo ni de hoteleros ni de los sindicatos de docentes, que simplifican la cuestión en el hecho de que los empresarios «harán caja» cuando evidentemente sale mucho más rentable comercializar las habitaciones a turistas por día.    Tampoco los hoteleros se muestran muy favorables a ceder sus hoteles para esta iniciativa porque consideran que el problema de la vivienda lo han provocado los pisos turísticos ilegales, no los hoteles reglados. Está claro que la solución no es la panacea, pero quizás si entre todos existiese una mayor voluntad de remar en la misma dirección los problemas que ahora se viven en Ibiza por la falta de vivienda podrían compensarse de alguna manera, al menos para aquellos profesores para los que conseguir una plaza en Ibiza se convierte en una pesadilla.