El Congreso de los Diputados aprobará el jueves la modificación de la Ley de Garantías de la Libertad Sexual, más conocida como la del ‘solo sí es sí', promovida por la ministra de Igualdad, Irene Montero, de Podemos. La aplicación de esta norma ha generado una gran controversia, y según los últimos datos difundidos por el Consejo General del Poder Judicial, 943 agresores sexuales han visto rebajadas sus penas y 103 han quedado en libertad. De ahí la coincidencia en que esta ley se debe rectificar para garantizar la confianza ciudadana en la protección de las víctimas. Esta cuestión, que suscita gran preocupación y malestar social, ha llevado al presidente Pedro Sánchez a «pedir perdón a las víctimas por los efectos indeseados de esta ley», tras admitir que no fueron contemplados ni por el Gobierno ni por el poder legislativo. Por su parte, Alberto Núñez Feijóo insta a Sánchez, a «cesar el Gobierno y a los ministros y ministras que han hecho esta chapuza legal, que es indignante, si quiere ser creíble en su petición de perdón por los efectos de la ley del ‘solo sí es sí'».

Evitar rebajas de condenas a agresores

Más allá de estas críticas, y conscientes de que el tiempo apremia, PSOE y PP negocian modificaciones para ser aprobadas en el pleno del jueves. Los socialistas necesitan los votos de los diputados populares porque tanto Unidas Podemos como ERC y EH Bildu, socios tradicionales, rechazan los cambios para endurecer las penas y evitar más rebajas de condenas a quienes han cometido abuso o agresión sexual.

¿Modificaciones técnicas o políticas?

El Gobierno, y los diputados que aprobaron esta ley, cometieron un error al no advertir la aplicación del principio de retroactividad favorable al reo. Hay que eliminar los «efectos indeseados», con unas modificaciones que para el PSOE son de naturaleza técnica, y para el PP, de carácter político; y aunque la ministra Irene Montero afirme que «el PP ha humillado al PSOE con una vuelta al Código Penal anterior».