Las gestiones realizadas desde Canarias y Balears para acelerar la ampliación al 75 por ciento de la bonificación del precio de los billetes de avión y barco a la Península, tal y como debía figurar en los Presupuestos Generales del Estado aprobados, ha logrado, al parecer, hacer mella en el Gobierno.

El titular del Ministerio de Fomento, José Luis Ábalos, se ha comprometido a redactar un decreto para acelerar la aplicación del nuevo descuentos aunque, y esta es la realidad, no hay un plazo fijado. Hay que, por tanto, celebrar que Madrid tome conciencia del problema, pero es imprescindible advertir que la inconcreción sobre el momento de la aplicación invita al escepticismo.

Gestiones paralelas.

Han sido los dirigentes políticos del PSIB y Nueva Canarias los que han logrado transmitir al Ministerio el enorme calado social que suponía frustrar el anuncio del aumento de las bonificaciones, más teniendo en cuenta el grave problema que supone para los ciudadanos de ambas comunidades el coste de los desplazamientos a la Península.

Además, no puede obviarse el papel trascendental que los grupos canarios tienen en los apoyos políticos que precisa el Gobierno socialista, que preside Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados. La nueva vía tranquiliza los ánimos, pero no despeja todas las dudas.

Máxima urgencia.

La fórmula de decreto para garantizar el pago del nuevo descuento aéreo y marítimo para residentes conlleva, como mínimo, que durante estos meses de verano –la temporada de mayor demanda– los ciudadanos de Balears no podrán beneficiarse de la ampliación de las subvenciones en los billetes.

El coste, como siempre, corre a cargo de los contribuyentes por la desidia de nuestros políticos. Ahora todos se tiran los trastos a la cabeza y se culpan unos a otros de la situación, lo que deja claro que todos tienen su parte de responsabilidad.