De nuevo malas noticias para el Ayuntamiento de Sant Antoni. El juez Santiago Pinsach ha decidido iniciar los trámites para dar por concluida la instrucción de la causa contra Aída Alcaraz, concejala de Governació, por la denuncia de acoso laboral presentada por Javier Verdugo, jefe de la Policía Local del municipio. El juez aprecia indicios de delito de la edil, investigada por acoso y coacciones. En su primera comparecencia ante el juez, Alcaraz negó todas las acusaciones de Verdugo, quien se encuentra en una situación muy complicada desde que comenzó la legislatura y hubo cambio de gobierno municipal.

Malas formas.
Al margen de las interpretaciones judiciales, la situación que ha vivido Javier Verdugo con la llegada del tripartito no resulta nada lógica. Se encuentra prácticamente apartado de sus funciones y tiene por encima de él a Angeles Gallardo, cuyo nombramiento también está cuestionado y ahora mismo está pendiente de lo que decida el Tribunal Supremo. Recordemos, además, las acusaciones de Alcaraz contra Verdugo por haber encontrado un sobre con dinero, que según el denunciante corresponderían a intervenciones por multas. Verdugo alegó que con esta acusación se intentó desprestigiar su imagen cuando él precisamente lo que hizo fue entregar el dinero a Intervención. Y además, está fuera de toda duda que fue alguien del propio equipo de gobierno que preside Pep Tur ‘Cires’, quien filtró el expediente disciplinario, con la intención de dañar la imagen de Verdugo.

Deficiente gestión.
Alcaraz lleva ya casi tres años en el cargo, tiempo más que suficiente para analizar su trayectoria y no ha sido precisamente brillante. Recordemos que tuvo que acudir al cuartel de la Policía Local por participar en las bromas de Valdés en las redes sociales contra los agentes, y sigue en el aire el asunto de las multas extraviadas de su compañero de chistes, sin que haya sucedido nada por un asunto extremadamente grave. Una vez que se abra juicio oral, lo que sucederá en cuestión de días, será interesante ver las reacciones del PSOE, tan firme y contundente cuando los imputados son de otros partidos y tan benévolo cuando los investigados son sus dirigentes.