Eivissa01/04/15 0:00
El anuncio de la reincorporación, parcial, de los inmigrantes ilegales en el Sistema Nacional de Salud realizado ayer por el titular del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, tiene todos los visos de ser una rectificación incompleta de uno de los recortes más polémicos que aplicó el Gobierno a la sanidad pública española. Retirar la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares –acotando su acceso a la atención médica sólo en casos urgentes, menores o partos– provocó numerosas protestas, tanto por la insolidaridad que suponía como los problemas sanitarios que podría acabar generando. Ambos argumentos son los que esgrime el ministro para justificar el cambio de criterio.
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