Hace escasamente 6 meses nos juntamos 5 amigos / conocidos que compartíamos una preocupación: el paulatino empeoramiento del tráfico en Ibiza ciudad y sus consecuencias en la degradación de la calidad de vida de los habitantes de Ibiza y nuestros visitantes.
Como los cinco tenemos un montón de años de experiencia como vileros, muchos de ellos como ciclistas frecuentes u ocasionales (en sus diferentes variantes, formas y usos) decidimos dejar de arreglar el mundo desde las barras de los bares (que en eso también tenemos experiencia dilatada) y plantear una estrategia práctica y de no muy complicada implementación, basada en 3 pasos:
-1: Dar una forma clara y definida a lo que queríamos: básicamente, ayudar a comunicar con Vila, de forma segura, los núcleos de población con más habitantes (Playa d'en Bossa, Sant Jordi, Puig den Valls, Jesús, etc) o con más servicios de uso público (Can Misses, Blanca Dona, Can Cantó, Cas Mut, etc.) así como facilitar la movilidad dentro de la ciudad.
-2: Aunar a toda la gente que constantemente reclama mejoras en la movilidad y sostenibilidad de nuestro transporte y nuestra ciudad
-3: Presentar nuestra idea ante nuestros gobernantes, ofrecerles todo nuestro apoyo,y transmitirles nuestro convencimiento de que los cambios en la ciudad dependían sólo del esfuerzo colectivo: del suyo como gobernantes y del de la ciudadanía, tanto respaldando y mejorando el proyecto, como futuros usuarios.
A partir de aquí nos pusimos en marcha. El proyecto ‘A Vila en Bici' que presentamos erar ealista y sencillo sobre el papel, ya que no pretendía llenar la ciudad de carriles bici, lo cual ya sabemos que no sería posible. La respuesta de la sociedad civil no podría haber sido más alentadora. En poco más de dos meses, recogimos el apoyo de más de 70 colectivos entre asociaciones de vecinos, Apimas, clubs deportivos, centros educativos (colegios e institutos), asociaciones empresariales y otros. La respuesta que tuvimos de las instituciones fue también de lo más ilusionante. Aitor Morrás, Elena López y Jordi Salewski desde el ayuntamiento, y Mariano Juan, Javier Torres y Roberto Aldaba desde el Consell, no sólo vieron con buenos ojos nuestro proyecto sino que además se comprometieron a intentar mejorarlo e impulsarlo. Asimismo, compartieron con nosotros sus ideas, como la apuesta del ayuntamiento de pacificar la ciudad, o del Consell, con el plan de fomento de uso de la bicicleta o el plan insular de movilidad. Nos animaron a trabajar con ellos y a que ejerciéramos la labor de canalizar la demanda de la sociedad. Además, ante la importancia del primer cinturón de ronda (E-10) para el proyecto, percibimos la voluntad de colaborar entre las instituciones en proyectos que, todos sabemos, llevan mucho tiempo enquistados, como la cesión de esta vía por parte del Consell al ayuntamiento.
Afrontamos el 2021 con los primeros pasos del proyecto, la unión del puerto con la E-10 por Bartolomé Roselló e Isidoro Macabich. Es un primer paso muy importante, y sabemos que habrá más, como también es muy importante que los vecinos y comerciantes entiendan que lo que a corto plazo puede parecer una desventaja por la pérdida de aparcamientos, a medio plazo va a suponer algo muy bueno para toda la ciudad de Ibiza, sus vecinos,visitantes y comerciantes. Además de ser evidente la mejora en la calidad de vida, de la salud y del bienestar, como ya se ha visto en innumerables ocasiones en diferentes ciudades que han apostado por la movilidad sostenible, la experiencia demuestra que el comercio y la restauración mejoran, ya que una ciudad con menos coches atrae a la gente a pasear, comprar y a salir a la calle. Y todo esto tiene consecuencias positivas también para la economía. Por otra parte, otros proyectos están acabándose, como la unión entre los carriles bici de Jesús y Puig den Valls. La recuperación del Camí de l'Horta en Jesús, es también muy positiva para una movilidad más sostenible y se están gestando nuevas ideas en el pueblo de Sant Jordi a las que esperamos que el ayuntamiento dé la mejor acogida. Tenemos todos, ante nosotros, un reto mayúsculo que requiere de planificación, coordinación, tranquilidad, altura de miras, cohesión y paciencia.
El premio para nosotros y nuestros hijos no puede ser mejor: tener una ciudad sostenible, cómoda, amigable y segura. En definitiva, algo a lo que todos aspiramos y anhelamos. Ahora es el momento.
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