Double exposure of man's hands holding and using a phone and crypto currency blockchain theme drawing. | Peshkova

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A estas alturas nadie duda de que las FinTech han revolucionado la manera de gestionar el dinero durante la última década. La digitalización ha conseguido dar pasos de gigante en el sector finanzas y ha traído consigo nuevas formas de pago, inversiones al alcance de cualquiera y productos innovadores.

En este contexto, se puede citar la aparición de plataformas tecnológicas para pedir préstamos online cada vez más auge. Estas han ganado protagonismo al abrir un abanico de posibilidades para los pequeños consumidores que pueden acceder a financiación inmediata sin requisitos excesivos y sin moverse de casa.

Otro de los sectores más disruptivos dentro de las FinTech ha sido el de los criptoactivos. Desde la aparición de Bitcoin en 2009, las criptomonedas han evolucionado hasta convertirse en una alternativa de inversión y una herramienta financiera clave que ha acaparado las miradas de muchos interesados.

Sin embargo, su volatilidad y la falta de un marco legal uniforme generan incertidumbre para los usuarios y los supervisores. La regulación de estos productos y los riesgos asociados a su uso, especialmente en relación con los criptoactivos, han hecho necesario un marco normativo: MiCA.

Qué es MiCA

MiCA, del inglés, Markets in Crypto-Assets, es un reglamento de la Unión Europea creado para regular los mercados criptoactivos. Su razón de ser es tener un marco común para que los inversores estén protegidos a la vez que se asegure una estabilidad financiera que evite el blanqueo de capitales.

Desde que se aplicara el 30 de diciembre de 2024, ha buscado proporcionar seguridad a este mercado en constante evolución al igual que dar la máxima transparencia. Cualquier compañía que trabaje con criptoactivos en la Unión Europea tendrá que ajustarse a mantener unos estrictos controles de transparencia y solvencia.

De hecho, uno de los puntos fuertes de MiCA es supervisar a los proveedores de servicios de estos criptoactivos. Para velar por el cumplimiento de esta normativa y conceder autorizaciones está la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) y oras entidades europeas.

Según indica la normativa, los emisores de criptoactivos tiene la obligación de publicar un «libro blanco» con toda la información clara, detallada y precisa sobre sus productos. En él se explica al detalle, los peligros, costos y las características del criptoactivo para que el inversor tome una decisión completamente informada.

Criptoactivos regulados por MiCA

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MiCA se centra en los 3 tipos principales de criptoactivos en lugar de abarcarlos todos, tal y como informan desde la web Finanzas para todos. Estas 3 clases son los referenciados a activos, los de dinero electrónico y una categoría especial que no incluye a ninguno de estos.

El primer grupo, tokens referenciados a activos (ART), busca estabilizar su valor relacionado con otros activos como los stablecoins. El Banco de España define stablecoins como aquel tipo de criptomoneda cuya intención es reducir la volatilidad de su valor, uniendo este a otros activos estables (euro o dólar por poner un ejemplo).

Después están los tokens de dinero electrónico (EMT), relacionados de manera directa a una moneda oficial. Un ejemplo de ello serían las stablecoins en proporción 1:1 con el dólar o el euro para otorgar mayor estabilidad frente a la volatilidad de otras criptomonedas.

Por último, la norma se centra en aquellos criptoactivos que no son ninguno de estos. Entre ellos están Etherum o Bitcoin, los más populares entre los inversores. El problema es que su fama ha traído consigo volatilidad y preocupación. La MiCA pretende hacer un marco seguro sin poner límites a la innovación.

Al margen de MiCA

Pese a que este reglamento suponga un avance en el sector, todavía hay áreas que necesitan más normativas. Los nuevos modelos que han tomado como referencia el blockchain podrían ser los siguientes en regularse. De momento, también quedan fuera otros activos digitales.

Estos son los tokens no fungibles (NFTs) porque su misión es distinta a la de los criptoactivos tradicionales y los criptoactivos emitidos por entidades públicas, las monedas digitales de bancos centrales y los instrumentos financieros regulados por MiFID II (servicios de inversión).

Pros y contras MiCA

Pese a que MiCA incorpora nuevas medidas de seguridad, los criptoactivos entrañan riesgos. La volatilidad de los precios, la posibilidad de pérdida de capital y los fraudes siguen siendo desafíos importantes. Por eso, los inversores deben extremar las precauciones e informarse bien antes de tomar decisiones financieras.

Esta regulación también representa una gran oportunidad para la industria FinTech. Al establecer reglas claras y aumentar la confianza en el mercado, MiCA podría facilitar la entrada de más inversores y empresas, impulsando así la adopción masiva de los criptoactivos en un entorno más seguro.

En resumen, el Reglamento MiCA marca un antes y un después en la regulación de los criptoactivos en Europa. Su aplicación busca equilibrar la protección del inversor con la innovación tecnológica, garantizando que el mercado crezca de manera ordenada y segura. Entender esta normativa es clave para adaptarse al nuevo escenario financiero.