Apps de banca online, tiendas digitales, redes sociales… ¿Qué ocurre si no proteges tu móvil? | Pixabay

Los móviles como el que seguramente tienes ahora mismo en el bolsillo o en la mano son muy diferentes a los que comenzaron a circular a finales de los años 90. Aquellos teléfonos Nokia o Alcatel con los que tardábamos cinco minutos en escribir un mensaje corto eran relativamente inocuos, en el sentido de que no almacenaban nuestra información bancaria ni las contraseñas de nuestras cuentas en internet. Seguían siendo solo teléfonos.

Actualmente, sin embargo, los smartphones son de todo menos teléfonos. Conviene tener esto muy en cuenta porque se trata de dispositivos que nos permiten acceder a nuestras aplicaciones de banca online o realizar compras en tiendas digitales. Además, también los usamos frecuentemente para consultar el correo electrónico o pasar el rato mirando contenidos en las redes sociales.

Todo eso está muy bien… Hasta que perdemos el teléfono. Entonces nos damos cuenta de que recibíamos los códigos de verificación de nuestras compras online en nuestra app del banco, o de que Google nos enviaba una notificación al móvil para verificar cualquier nuevo inicio de sesión en un ordenador. Si se nos pierde el móvil o nos lo hackean podemos enfrentarnos a un problema muy serio, así que más nos vale protegerlo con uñas y dientes.

Las vulnerabilidades digitales del móvil

Después nos ocuparemos de los posibles robos de móviles en su forma física. Lo creas o no, puede llegar a ser incluso más importante proteger el teléfono en su dimensión digital, porque el número de hackeos que está teniendo lugar en España no deja de crecer año tras año, y los ciberatacantes tienen muy claro que los móviles son la llave de acceso para desbloquear el flujo de muchísimas cantidades de dinero.

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Debes tener muy claro que un móvil es un dispositivo informático como puede serlo un ordenador, y eso significa que puede verse afectado por el malware. Por eso es tan importante que protejas tu móvil ante posibles infecciones de troyanos y keyloggers. Estos últimos virus son especialmente peligrosos porque pueden registrar tus contraseñas o los números de tu tarjeta de crédito cuando los introduces al pulsar en la pantalla del smartphone.

Asimismo, la conexión de tu móvil también es un punto vulnerable que deberías proteger con un sistema de cifrado, sobre todo si tienes previsto conectarte a través de redes Wi-Fi que no están a tu cargo. El cifrado de tu conexión lo puedes activar al instalar una herramienta como CyberGhost VPN, y, además, esta aplicación también te permitirá cambiar tu dirección IP a la hora de navegar por internet.

El problema del Face ID

Los móviles también son una herramienta muy útil para autorizar transacciones online de forma más segura a través de la autentificación biométrica. En el caso de los teléfonos Android, esta autentificación acostumbra a llevarse a cabo mediante la lectura de la huella dactilar, que se llevaba a cabo en un lector en la parte trasera de los teléfonos más antiguos, y que ahora normalmente se realiza desde la misma pantalla.

En el caso de los iPhones, el sistema más utilizado continúa siendo el famoso Face ID. Puede parecer muy inconveniente la posibilidad de desbloquear el teléfono simplemente con mirarlo, pero es una muy mala idea tener el Face ID activo si alguien nos quita el móvil y lo apunta a nuestro rostro durante unos segundos antes de salir corriendo. En ese caso tendrán el teléfono desbloqueado y podrán hacer lo que quieran con él.

Conviene entonces utilizar sistemas de desbloqueo que sean más seguros como la huella dactilar, el PIN o el patrón de desbloqueo. Además, deberíamos configurar opciones de bloqueo remoto y eliminación de datos en nuestro dispositivo para proteger nuestra información bancaria en estos casos. Tanto iOS como Android disponen de herramientas de este tipo para proteger tus datos del móvil ante posibles robos.