El pasado mes de octubre, Netflix volvió a subir sus precios en España después de haberlo hecho ya en varias ocasiones desde la pandemia global. Su plan con anuncios llegó a subir la friolera de un 27%, mientras que el plan Premium queda ahora en 19,99 €. Esta subida viene acompañada de la de otras plataformas como Disney+, que también subió sus tarifas el mismo mes, y cuyo plan Premium ahora cuesta 13,99 €.
El continuo incremento de tarifas de las plataformas de streaming está llevando al límite la capacidad económica de muchos de sus usuarios, que sencillamente no pueden hacer frente al pago de tantas plataformas. Cada vez es más difícil tener acceso a un catálogo diverso, así que lo más frecuente es que cada usuario se limite a pagar una única plataforma de streaming. En hogares donde residen varias personas, la variedad se logra combinando sus distintos planes.
Un estudio de ExpressVPN indica que un 22% de los usuarios de internet paga una sola suscripción mensual, mientras que un 20% paga dos, y un 18% abona tres. Si consideramos que la suscripción a Spotify suele ser una de ellas, vemos que aproximadamente la mitad de la gente se limita solo a una plataforma de streaming, y estas cifras podrían seguir aumentando tras el reciente incremento de precios de Netflix.
La 'fatiga de las suscripciones'
El estudio de ExpressVPN pone de relieve el fenómeno de la 'fatiga de las suscripciones'. Este fenómeno se traduce en un cansancio de los usuarios ante el exceso de servicios que deben pagarse mediante una cuota mensual o anual. Se ve reflejado ante la renuncia de contratar un mayor número de plataformas de streaming, pero también tiene un efecto considerable en torno a los servicios de software que se pagan mediante un modelo SaaS.
Haciendo un cálculo rápido, si sumamos las cuotas Premium de Netflix, Spotify, Disney+ y DAZN –para tener acceso a un catálogo decente de películas y series, música y deportes en vivo–, un usuario debe pagar 91,96 € al mes: mucho más de lo que se pagaba antes por una suscripción a la televisión por cable. Y el problema es que esto ni siquiera abarca toda la oferta. Aún quedan fuera Max, Prime Video, Filmin, Rakuten, y muchas otras.
Los precios sencillamente son desorbitados, lo que está impulsando a muchos usuarios a volver a la piratería. Plataformas como Repelis o Miradetodo están atrayendo más tráfico que nunca entre los cinéfilos, mientras que Rojadirecta o Pirlo TV siguen esquivando todas las restricciones de LaLiga para retransmitir el fútbol español. Se trata de un serio problema para la industria que, además, implica serías amenazas de ciberseguridad para los usuarios.
Las opciones que nos dan las empresas
Entre las alternativas ofrecidas por las plataformas de streaming para reducir estos costos se encuentran los planes básicos. El de Netflix, por ejemplo, permite acceder a todo su catálogo sin la posibilidad de ver sus contenidos en HD o en 4k por solo 6,99 € al mes… Con la salvedad de que tendremos que ver anuncios en el contenido. Es decir, que la solución pasa por pagar algo menos a cambio de ver publicidad.
En cambio, otras plataformas como Amazon Prime apuestan de forma decidida por mantener los precios bajos y ofrecer un mejor valor a cambio de sus suscripciones. Al pagar la cuota de Prime tenemos acceso a envíos gratis en miles de productos de la tienda de Amazon, y además podremos utilizar una amplia variedad de aplicaciones en los dispositivos inteligentes de la línea Amazon Echo. Por eso ya es la segunda plataforma más utilizada en el país.
De un modo u otro, lo cierto es que las tarifas de las principales plataformas de streaming en España están siendo cada vez más difíciles de financiar, lo que se traduce en un mayor número de cancelaciones o en una renuncia al gasto en otras formas de entretenimiento como las salas de cine clásicas, el teatro o los espectáculos musicales. Cabe preguntarse entonces si estos precios continuarán subiendo, o si la 'fatiga de las suscripciones' terminará por estabilizarlos.
