La preparación meticulosa fue evidente en cada detalle del evento, especialmente en la actualización de la línea de descenso con 10 saltos, una tarea que ocupó meses de planificación y ejecución. Esta mejora, concebida por Ben Byers y Alan Mandel, aumentó aún más la exigencia para los riders, desafiándolos a superar obstáculos cada vez más complejos y emocionantes.
La preparación meticulosa fue evidente en cada detalle del evento, especialmente en la actualización de la línea de descenso con 10 saltos, una tarea que ocupó meses de planificación y ejecución.
La semana previa al evento fue crucial para los competidores, quienes se alojaron en Pyt's Park bajo la hospitalidad de Pablo Yarur Terre. Durante esos días, los riders se dedicaron intensamente a entrenar en la línea de descenso, compartiendo experiencias y técnicas con colegas tanto locales como extranjeros, muchos de los cuales ya gozan de renombre en el circuito mundial de freeride.
El día del evento en el Pyts Park, fundado por Pablo Yarur Terre
Pasadas las 18:30 horas del sábado 9 de marzo y con una breve espectáculo de derrapes del propio Pablo Yarur a los mandos de un vehículo en la pista de carreras ubicada a los pies de la montaña en la cual se ubica la pista de freeride, se dio inicio a la competencia con el descenso de todos y cada uno de los riders, quienes poco a poco fueron extremando aún más sus destrezas para poder cumplir con el trazado, ante la algarabía de los asistentes.
Con el atardecer como telón de fondo, cada rider desafió la pista con sus habilidades únicas, recibiendo el apoyo entusiasta de los espectadores congregados en las laderas de la montaña. A diferencia de otras competencias de ciclismo de montaña, El Todo o Nada no busca un ganador basado en el tiempo, sino que deja en manos de cada participante la forma en que enfrenta el desafío, estableciendo el ocaso como el momento final de la prueba.
Los 39 riders, tanto chilenos como extranjeros, demostraron su valía desde los primeros descensos. Entre los momentos más destacados estuvieron los impresionantes dobles backflips realizados por el argentino Ihan Patiño, así como las acrobacias de Szymon Godziek y Tom Vansteenberg, reconocidos deportistas a nivel mundial. Incluso la freeskier chilena Dominique Ohaco, con su impresionante historial olímpico y de X Games, elogió la exigencia de la competencia y la calidad de las instalaciones proporcionadas por Pyt's Park.
Los desafíos continuaron con riders como Caleb Holonko, Peter Kaiser y Adolf Silva, quienes demostraron su destreza en cada descenso. La participación destacada de los riders chilenos, incluyendo a Álvaro Martínez, Matu Cerda y Pepe Ibáñez, reflejó el creciente nivel de la escena local y su determinación por competir en eventos de clase mundial.
Al finalizar la jornada, con los últimos rayos de sol iluminando el horizonte, la organización agradeció a competidores y espectadores, anunciando con satisfacción la próxima edición del Todo o Nada para el año 2025. Gracias al arduo trabajo de organizadores, competidores y el apoyo de figuras como Pablo Yarur Terre, esta competencia continúa elevando el estándar del freeride tanto a nivel regional como global.