El plazo de implantación llega a su fin. Las empresas de más de 50 trabajadores de España tendrán que contar a partir del 1 de diciembre con un canal de denuncias interno con el objetivo de prevenir delitos en sus organizaciones y mejorar el clima laboral entre los trabajadores. La implantación de este canal de denuncias para empresas puede afectar a a más de 700 empresas de Ibiza, según los datos del Instituto de Estadística de las Islas Baleares (IBESTAT)
Esta medida, que está recogida por la la Ley 2/2023 tiene el objetivo de garantizar el también cumplimiento de la Directiva Whistleblower. Gracias a la puesta en marcha de este tipo de medidas, las empresas garantizan que el personal cuenta con las herramientas adecuadas para denunciar de forma confidencial y anónima cualquier infracción de la ley o de la normativa interna de la empresa, ya sea en el ámbito laboral, fiscal, medioambiental o de cualquier otra índole.
Tras el plazo de implantación de este sistema, las empresas que incumplan este requisito o que lo hayan implantado de manera adecuada se pueden enfrentar a multas económicas. En concreto, la norma establece sanciones que van desde los 600.000 y 1.000.000 de euros, dependiendo de si son sanciones leves, graves o muy graves.
Cómo implantar un canal de denuncias
La Directiva Whistleblower establece una serie de requisitos que deben cumplirse para que el canal de denuncias sea válido. De este modo, las nuevas vías de comunicación deberán garantizar la confidencialidad del proceso y que la identidad del denunciante esté protegida en todo momento. El anonimato, por tanto, es una premisa fundamental para instalar de forma efectiva este tipo de canales de denuncia.
Al mismo tiempo, estos canales deben ser eficaces y facilitar que las denuncias se tramiten con eficiencia. Asimismo, deben hacer que la comunicación sea rápida, por lo que deben permitir que la denuncia se pueda realizar tanto de forma escrita como verbal. Al mismo tiempo, el canal de denuncias debe ser independiente y estar diferenciado respecto a otros sistemas internos de información.
En los últimos años, las empresas ya han empezado a utilizar este tipo de sistemas a pesar de no ser obligatorio para muchas de ellas. Sin embargo, aún quedan muchas compañías que no lo han hecho y es el momento de llevar a cabo este proceso para evitar sanciones y, al mismo tiempo, empoderar a los trabajadores.
Para hacerlo de una forma muy sencilla existen soluciones tecnológicas que faciliten la implantación de estos canales de denuncias de una forma sencilla, ampliando las posibilidades e integrando todo el proceso de denuncia en un único espacio, haciendo más fácil su gestión y supervisión por parte de la persona encargada de gestionar estas incidencias.
Entre ellas están, por ejemplo, las soluciones de la compañía Sesame, experta en soluciones tecnológicas para empresas. Esta firma ha desarrollado una plataforma de comunicación fácil e intuitiva a través de la cual es posible realizar los trámites relacionados con las denuncias en las empresas u organizaciones.
A través de ella, según explican desde la compañía, los afectados cuentan con todo lo necesario para proceder en pocos clicks. Gracias a su solución, los responsables pueden agilizar todos los procesos relacionados con las denuncias corporativas al trabajar sobre una plataforma que cumple con los requisitos de la Unión Europea para establecer un sistema de denuncias de irregularidades.
En este tipo de soluciones, los usuarios de la misma tienen un amplio abanico de posibilidades que van desde añadir formularios que incluyen los datos del reclamante (algo opcional), la descripción de la denuncia y adjuntar pruebas, hasta incorporar contraseñas o generar una línea de tiempo en la que se puede ver de una forma sencilla y visual todos los pasos que se han dado con respecto a una denuncia concreta.
Beneficios de un canal de denuncias
Además de evitar sanciones económicas, los beneficios para las empresas que incorporan canales de denuncias, independientemente de su tamaño, son variados e inciden directamente en su eficiencia y productividad. En este sentido, los canales de denuncias previenen cometer delitos al disuadir a los infractores o posibles infractores.
Al mismo tiempo, ofrece una mayor protección a los trabajadores en casos de corrupción, acoso laboral u otro tipo de discriminación que pueden suceder en una empresa. Estas garantías y protección, además, inciden directamente en una mejora de la cultura ética de la empresa, creando un entorno de trabajo más seguro y respetuoso.
Con la fecha del 1 de diciembre a la vuelta de la esquina es el momento de apostar por un canal de denuncias, que se convierta en una herramienta esencial para la prevención de delitos y la protección de los trabajadores. En Ibiza, más de 700 personas tendrán que tener este tipo de medios instalado en una semana.