Lo habitual cuando se piensa que un vuelo puede verse retrasado por mal tiempo extremo es que se deba a tormentas con precipitaciones abundantes o a una niebla muy densa, pero pocas veces se cree que el calor puede ser la causa de que un vuelo se retrase.
Aunque es difícil que ocurra, se trata de algo que ya ha sucedido anteriormente en otros países como Estados Unidos. Teniendo en cuenta el aumento de temperaturas de los últimos años, es necesario tener en cuenta en qué casos es posible que se retrase un vuelo o bien cancelado por ola de calor.
Por otro lado, los viajeros afectados siempre pueden asesorarse con la ayuda experta de AirHelp, y su personal cualificado, sobre si es posible reclamar el retraso de un vuelo por ola de calor. No obstante, y teniendo en cuenta que las temperaturas de nuestro país cada vez son más elevadas en verano, es interesante saber qué dice el reglamento europeo sobre ello.
¿Es posible que tu vuelo se retrase por una ola de calor?
Como decíamos, que el calor provoque retrasos en los vuelos de nuestro país no se considera un problema de seguridad inminente. De hecho, no hay registros de que esto haya pasado, por ahora. Y es que también es cierto que las temperaturas, especialmente en verano, han ido aumentando de forma considerable durante los últimos años, por lo que algo que hace un tiempo se consideraba improbable ahora es, tal vez, algo más posible.
De hecho, se trata de un tipo de incidencia que ya se ha registrado en otros países. Por ejemplo, en 2017, la aerolínea American Airways tuvo que cancelar unos cuarenta vuelos debido a que se registraron temperaturas extremas que impidieron que los aviones más pequeños pudieran operar.
No hay una temperatura establecida por ley a partir de la cual no sea posible volar. Y es que el problema no es volar en sí, sino despegar. Cuanto mayor es la temperatura, menor es la densidad del aire. Esto hace que el motor del avión pierda impulso y, por lo tanto, necesite más velocidad para despegar. Por consiguiente, la nave necesitará una pista más larga. De ahí la imposibilidad de despegar en casos de temperaturas extremas.
En cualquier caso, estas temperaturas extremas afectarán al despegue dependiendo del tipo de avión y la ubicación del aeropuerto.
¿Qué dice el reglamento europeo sobre esto?
Como vemos que, de hecho, esto ha ocurrido ya en otros países, es comprensible que nos preguntemos qué ocurre con nuestros derechos en estos casos. Pues bien, entendemos que las temperaturas elevadas extremas se encuentran dentro de lo que la normativa europea llama «condiciones meteorológicas incompatibles con la realización del vuelo», considerada una causa extraordinaria.
¿Y esto qué quiere decir? Pues que las olas de calor se consideran ajenas al control de la aerolínea (como es obvio), y por lo tanto no es una de las causas que permitirá a los pasajeros reclamar un vuelo retrasado a la compañía aérea.
Recordemos que, en primer lugar, para poder reclamar una indemnización por retraso de vuelo, es necesario que este sea superior a las tres horas. Pero no solo eso, y es que la causa del retraso debe ser responsabilidad de la aerolínea, como una huelga de personal propio.
Por eso, los vuelos retrasados por calor no podrán ser compensados con una indemnización, aunque es cierto que la aerolínea deberá haber hecho todo lo posible para evitar el retraso. Por esto, en ocasiones, cuando la causa del retraso del vuelo es el mal tiempo, muchos pasajeros prefieren asesorarse con expertos para averiguar si realmente pueden o no presentar una reclamación aérea.
Entonces, ¿qué se puede reclamar si el vuelo se retrasa por altas temperaturas?
Si el vuelo se retrasa por altas temperaturas, en principio no es posible reclamar una compensación económica por retraso de vuelo, pero sí hay otros derechos con los que la aerolínea debe cumplir.
Y es que, si es necesario esperar en el aeropuerto más tiempo de lo normal hasta que salga el vuelo, la aerolínea debe mantener informados a sus pasajeros en todo momento tanto sobre el estado del vuelo como sobre el resto de los derechos a los que pueden acogerse en cada caso.
Por ejemplo, lo habitual si hay que esperar muchas horas en el aeropuerto es que la aerolínea se haga responsable de ofrecer comida y bebida (o abonar esos gastos), así como proporcionar alojamiento y transporte de ida y vuelta si es necesario pasar la noche hasta tomar el próximo vuelo.
Así las cosas, aunque por el momento los retrasos por calor no son algo frecuente en nuestro país, sí son, cada vez más, algo que se debe comenzar a tener presente. Aunque, en principio, esta causa no permita recibir una indemnización por vuelo retrasado por parte de la aerolínea, no está de más recordar que, como pasajeros aéreos en Europa, existen otros derechos también importantes si hay que pasar más tiempo de lo normal en el aeropuerto.