El fenómeno de la ocupación en España es algo demasiado habitual, y desgraciadamente ha pasado de convertirse en un fenómeno puntual, a ser algo que abre los informativos cada día. Además, nuestro país cuenta con un importante parque inmobiliario, que es propiedad de ciudadanos extranjeros con residencia española. Las pasadas semanas saltó a la palestra el caso de un ciudadano británico, Mike, que fue alertado de la okupación de su vivienda vacacional en la costa española. Voló hasta nuestro país y fue agredido por los okupas, causándole graves lesiones y no pudiendo recuperar en primera instancia, la vivienda. Tuvo que ser una conocida empresa de desokupación, la que se hiciera cargo para desalojar a los okupas de ese lugar, además de tomar las correspondientes medidas legales para llevarlos ante un tribunal de justicia.
España: la sorpresa mundial en el tema de okupaciones
No existe términos para calificar la situación con la que se encuentran propietarios de viviendas en España ante un caso de okupación. La prensa internacional se hace eco de la protección con la que cuentan los okupas, a fin de cuentas, unos delincuentes, con respecto a los propietarios de viviendas. En muchos casos, la situación se alarga hasta 18 meses, en las que el propietario debe seguir abonando los gastos de la vivienda como los suministros de agua y luz.
Llama a la atención que en países de nuestro entorno la desokupación se produce en un máximo de 48 horas, solamente es necesario aportar la denuncia para qué la policía se ponga a trabajar y el propietario recupere su vivienda. La peculiar situación española es sorprendente para los extranjeros que la conocen. No se entiende cómo se protege a quién okupa frente al legítimo propietario. Esto lleva además a una situación de riesgo, que muchos extranjeros con ganas de invertir en nuestro país se planteen dejar de hacerlo. ¿Merece la pena comprar segunda vivienda? Lo que podría ser el inicio de algo motivador, tener una segunda residencia en un país como España, se convierte en una pesadilla. Una vivienda okupada no es plato de buen gusto para nadie. Esto puede llevar a qué quien desee comprar una segunda residencia se plantee otro tipo de modelo, por ejemplo, el del alquiler vacacional. Es evidente que esta forma de vivir en nuestro país es diferente, ya que el ahorro en alquileres vacacionales puede ser muy alto con respecto a tener una vivienda en propiedad y además, se evita el problema de la okupación.
Por otro lado, es habitual que quien sufre el problema de la ocupación desista de seguir viviendo en España y ponga su hogar a la venta. Solamente hay que ver la gran cantidad de inmobiliarias con casas en venta que han sufrido alguna okupación. Para terminar de animar todo este cóctel, la nueva ley de vivienda española proporciona todavía más protección a los okupas frente a los propietarios. Un auténtico despropósito que no ayuda en absoluto a crear confianza en el sector.
Algunos datos sobre la desokupación
La okupación es un fenómeno que suele darse en la zonas costeras del levante, con especial incidencia en la región de Murcia. Ante este tipo de fenómenos, y dada la lentitud de la justicia, lo más indicado es contactar con alguna de las empresas desokupacion existentes para recuperar la vivienda en un plazo de tiempo muy breve y asesorar con las respectivas medidas legales a los propietarios. En su desesperación, estos pueden cometer muchos errores que terminen prolongando la ocupación, por lo que acabar con los okupas murcia pasa por tener siempre un buen respaldo legal y hacer las cosas bien.
Son muchas personas las que se preguntan sobre la legalidad de este tipo de empresas, que en algunas ocasiones es puesta en entredicho por ciertos movimientos sociales, políticos o por la propia prensa. La desocupacion legal es una realidad, ya que existen mecanismos adecuados para forzar el abandono de la vivienda por parte de los okupas.
Se establece un control de acceso a la puerta del domicilio con el objetivo de que los okupas salgan en un plazo de 48 horas, y no puedan volver a entrar. Cuando el suministro de sus bienes depende de salir a la calle, se produce la puesta en marcha del control de acceso y los okupas no tiene más remedio que abandonar la vivienda.
La capacidad de la empresa de desocupación para negociar con las personas que están dentro es clave para asegurarse la entrega de la vivienda en las mejores condiciones posibles, produciéndose un rápido abandono del lugar. De esta manera, el propietario podrá volver a hacer uso de su bien que, según las propias características de la legislación española, le ha dejado en una total situación de desamparo, con todos los hechos asociados a este tipo de fenómenos tan habituales. Ante la okupación, las empresas que actúa de manera legal en España son, de momento, la alternativa más rápida para poder recuperar una propiedad okupada.