Antes de analizar una salida a bolsa como empresa o comprar acciones de ésta, debemos tener claros una serie de conceptos.
Hacemos referencia a una OPI, también conocida como Oferta Pública Inicial, a la salida por primera vez al mercado ofreciendo al público la posibilidad de comprar acciones.
La Oferta Pública de Venta de Acciones (OPV) se trata del proceso de compra de una o varias acciones de una empresa. En el caso de que las acciones ofrecidas sean de nueva emisión, estamos haciendo referencia a una Oferta Pública de Suscripción (OPS).
Suele dar lugar a confusión los términos OPV y OPS, cuya principal diferencia es que en las OPVs se venden acciones ya existentes mientras que en las OPSs se venden acciones que se han emitido expresamente en una ampliación de capital con el objetivo de ser vendida a través de esta operación.
Pero, tanto si hablamos de OPI, OPV u OPS, las nuevas empresas en bolsa requiere seguir un complejo procedimiento por el cual las compañías interesadas deben contratar una auditoria externa que analice toda la parte financiera de ésta, asegurándose de que reúne todos los criterios contables que se solicitan. Una vez terminada y aprobada la auditoría externa, la empresa tendrá que confeccionar un folleto informativo para el regulador bursátil, quien se encarga de supervisar e inspeccionar el mercado y las compañías que salen a cotizar en él.
El folleto informativo es el documento oficial que contiene toda la información necesaria acerca de la empresa emisora de valores, especificando cuántas acciones va a lanzar al mercado, condiciones de la oferta de venta o suscripción de sus acciones, situación financiera, etc. Esto servirá como guía para los posibles inversores, quienes, a través de dicho documento, podrán hacerse una imagen fiel de la empresa. Si el CNMV (Comisión Nacional de Mercado de Valores) da el visto bueno, el folleto podrá ponerse a disposición pública y entrar en la participación de al menos una entidad bancaria de inversión.