En unos tiempos como los actuales, en los que el cobro por todo tipo de servicios clásicos está empezando a desaparecer, las cuentas bancarias sin comisiones online se han convertido en una interesante alternativa para aquellos usuarios que desean dejar de pagar este tipo de gastos a su entidad bancaria de siempre. Contexto en el que las nuevas entidades están ofreciendo productos libres de comisiones y muy interesantes para los usuarios. Para saber más sobre ellos te invitamos a seguir leyendo nuestro artículo, todo lo que tienes que saber sobre estas cuentas bancarias online sin comisiones.
Qué es una cuenta sin comisiones
Entendemos por cuenta sin comisiones aquella en la que no se nos va a cobrar de forma periódica ningún gasto en concepto de custodia, mantenimiento, administración o cualquier otro análogo. Esto implica que el usuario se va a ahorrar una cantidad de dinero considerable al cabo del año, dado que las comisiones medias con la cuenta bancaria factura por estos conceptos suelen rondar los 140€.
Como ventaja adicional, esto no implica que nuestra cuenta tenga menos servicios, por lo que su capacidad operativa será prácticamente equivalente a la de una cuenta bancaria tradicional con una entidad.
Qué diferencia hay entre una cuenta sin comisiones y una cuenta bancaria normal
La principal diferencia entre ambas cuentas es, obviamente, la ausencia de comisiones periódicas en la primera de ellas. Esto implica también algunos cambios menores en la operativa, dado que es habitual que las cuentas sin comisiones se utilicen principalmente a través de la página web de la entidad o de una app en nuestro móvil, sin tener muchas veces la posibilidad de acudir a una oficina física salvo para realizar gestiones de cierto nivel.
También es habitual que estas cuentas sin comisiones no lleven asociados ciertos servicios, tales como una tarjeta de crédito o bien la posibilidad de conseguir un préstamo personal rápido vinculado a la cuenta. No obstante, dado que no todos los usuarios necesitan de estos servicios, este cambio tampoco sería un problema ya que no vas a pagar por algo que no vas a utilizar. Y en caso necesario, siempre podrías solicitarlo de forma adicional a tu servicio bancario convencional.
Operativa de una cuenta sin comisiones
La operativa normal de una cuenta sin comisiones es la misma que la de una cuenta bancaria clásica. Aquí puedes domiciliar el pago de tu nómina, el cobro de los recibos de suministros que uses normalmente y también otras operaciones, tales como el pago de tus impuestos, y cualquier otro servicio que necesites.
Por otra parte, también vas a poder hacer todas las transferencias que necesites para realizar pagos de cualquier tipo. Un cometido en el que también podrás disponer de una tarjeta de débito convencional, aunque a veces con un coste adicional que no siempre está incluido en el de la cuenta básica.
Finalmente, es posible que junto con tu cuenta sin comisiones también dispongas de algún servicio como los que ofrecen las modernas compañías Fintech. Estas se encargan de analizar tus gastos y tus ingresos y de ofrecer soluciones personalizadas de ahorro, así como toda la información que necesitas para identificar hasta dónde ha ido el último euro de tu cuenta.
Cómo abrir una cuenta bancaria sin comisiones
Para abrir una cuenta bancaria sin comisiones lo único que necesitas es tu DNI. El primer paso sería elegir aquella entidad que te ofrezca las mejores condiciones y servicios conforme a tus necesidades específicas. La oferta de mercado es bastante amplia así que seguramente encuentres alguna que encaje en tu perfil concreto.
Una vez elegida la entidad financiera con la que quieres trabajar, no tienes más que rellenar el formulario para darte de alta con ella. Aquí es donde necesitarás tu documento nacional de identidad, para identificarte como la persona que solicita la cuenta. En algunos casos, también es probable que te pidan algún recibo de suministros como la factura de luz o de teléfono, a fin de comprobar que la dirección que figura en tu documento de identidad es correcta.
Una vez que la operación esté aprobada, ya no tienes más que empezar a operar con tu cuenta a través de la red y, en caso de que hayas pedido una tarjeta, la recibirás a los pocos días en tu casa y podrás utilizarla en cualquier comercio o cajero que la acepte sin inconveniente.