Una nueva investigación desvela los beneficios de bailar para el bienestar general

Festival de Tango de Granada. | AYUNTAMIENTO DE GRANADA

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Un nuevo estudio internacional ha demostrado que bailar no sólo levanta el ánimo, sino que también desempeña un papel importante en la gestión eficaz del estrés, el fortalecimiento de la resiliencia y la mejora del bienestar general.

Los resultados de este trabajo sugieren que la práctica de la danza puede facilitar la expresión emocional y fomentar los vínculos sociales, creando un poderoso amortiguador contra el estrés. Estos elementos no sólo elevan el estado de ánimo, sino que también estimulan la liberación de hormonas como la oxitocina y las endorfinas, vinculadas a sentimientos de felicidad y conexión.

El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Surrey y la la Universidad de Roehampton, ambas en Reino Unido; la Universidad de Radboud (Países Bajos) y la Universidad del Sur de Dinamarca, sugiere que las intervenciones musicales redujeron la ansiedad, el nerviosismo, la inquietud y la sensación de preocupación, así como los niveles de cortisol salival, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

El artículo, publicado en la revista 'Psychology of Sport & Exercise', investiga la relación entre la danza y la regulación del estrés desde perspectivas multidisciplinares como la psicología, la neurobiología y la sociocultural.

Mediante el examen de diversas formas de danza, la investigación pone de relieve cómo el movimiento, la música y la conexión social pueden transformar nuestra forma de afrontar los retos de la vida.

El equipo internacional de académicos, expertos en la enseñanza y el aprendizaje de la danza, recopiló datos de una amplia gama de estudios que investigaban los efectos de la danza sobre el estrés. Para ello no sólo se revisó la bibliografía existente sobre la danza, sino que también se exploraron temas relacionados, como el impacto de la música y el ritmo, la interacción social y las respuestas fisiológicas al movimiento.

"Es fascinante ver cómo algo tan placentero como el baile puede tener efectos profundos en nuestra salud mental --ha comentado el doctor Jonathan Skinner, catedrático de Antropología de los Acontecimientos y coautor del estudio en la Universidad de Surrey--. Nuestra investigación demuestra que bailando podemos aprovechar un mecanismo natural de alivio del estrés que mejora nuestra capacidad de recuperación y nos ayuda a hacer frente a las presiones cotidianas.

En definitiva, destaca que su investigación "sugiere que incorporar el baile a nuestras rutinas semanales podría ser una estrategia sencilla pero eficaz para mejorar la salud mental y la resiliencia".

En este sentido, destaca que, "en un momento en que la salud mental es más crítica que nunca, estos hallazgos abogan por la integración de la danza en las iniciativas de salud de la comunidad. Animar a las personas a moverse juntas puede crear un sentimiento de pertenencia y apoyo, al tiempo que mejora su capacidad para hacer frente al estrés".