En la operación también se ha detenido a dos personas de 37 y 24 años de edad como presuntos autores de los delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, contrabando y defraudación de fluido eléctrico, ha indicado la Guardia Civil en una nota.
El servicio se llevó a cabo el pasado mes de septiembre en la localidad de Jerez cuando, fruto de la estrecha colaboración que mantienen con la Policía Local y las de las investigaciones realizadas en prevención del tráfico de drogas, los guardias civiles, ubicaron un posible domicilio en el que se sospechaba que se pudieran estar cometiendo varios hechos delictivos como el cultivo de marihuana y almacenamiento de tabaco ilegal para su contrabando. Además, su morador poseía numerosos antecedentes por este tipo de delitos.
Los responsables del domicilio habían tomado numerosas medidas de seguridad para no ser descubiertos con la instalación de focos de gran alcance que se activaban cuando detectaban movimiento en las inmediaciones de la vivienda y con cámaras de vigilancia que estaban activas las 24 horas del día, lo que impedía a simple vista percibir el olor o el enganche ilegal al alumbrado público desde el exterior.
Para poder recabar las pruebas necesarias, los agentes tuvieron que utilizar drones del Equipo Pegaso de la Comandancia. De esta manera se detectaron numerosos elementos que confirmaban las sospechas de la investigación llevada a cabo.
En la entrada y registro del domicilio, previa autorización judicial, se localizó a los dos sospechosos. Uno de ellos era el morador de la vivienda y dormía con una escopeta recortada del calibre 12 municionada junto a su cama y 241 cartuchos compatibles con el arma.
Durante la actuación, los agentes procedieron también a la detención del segundo sospechoso, hallando además un sótano que había sido fabricado exclusivamente para albergar en varios habitáculos las 649 plantas de marihuana conservadas con una amplia infraestructura eléctrica y un almacén destinado a almacenar abundante cantidad de tabaco de contrabando. Allí se localizaron más de 700.000 cigarrillos y 13 kilos de picadura de tabaco valorado en más de 192.000 euros.
En total se han intervenido, además del tabaco y las plantas de marihuana, una escopeta recortada del calibre 12 cargada, más de 241 cartuchos y una amplia infraestructura eléctrica necesaria para el crecimiento de las mismas compuesto por siete aparatos de aire acondicionado, 53 lámparas, 35 ventiladores, siete extractores y tres filtros de carbono.
Por estos hechos se procedió a la detención y puesta a disposición judicial de dos personas de 37 y 24 años de edad como presuntos autores de los delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, contrabando y defraudación de fluido eléctrico.
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