Decenas de mujeres toma la salida en la carrera organizada por AECC de Zamora "Mucho x Vivir" que recauda fondos para la lucha contra el cáncer de mama. | Mariam A. Montesinos

Las mujeres que realizan ejercicio físico aeróbico tienen menos riesgo de desarrollar cáncer de mama, según ha asegurado la oncóloga de la Unidad de Mama del Centro Integral Oncológico Clara Campal HM CIOCC, Isabel Calvo Plaza, con motivo de la celebración, el próximo 19 de octubre, del Día Mundial contra el Cáncer de Mama.

Se trata de una enfermedad que afecta a una de cada ocho mujeres a lo largo de su vida y del que cada año se diagnostican en España unos 26.000 nuevos casos, representando el 30 por ciento de todos los tumores que afectan a las mujeres.

No obstante, y pese a estos datos, la supervivencia se sitúa en torno al 95 por ciento gracias a la implantación de programas de detección precoz y a los avances en la medicina personalizada.

«Son muchos los factores que intervienen en el pronóstico de un cáncer de mama, entre ellos, se encuentran aquellos que «están relacionados con el propio tumor o con nuestros genes y que, por tanto, no podemos cambiar», ha explicado la doctora.

Sin embargo, prosigue, existe también otro tipo de factores sobre los que sí se puede actuar y que pueden influir positivamente en el pronóstico. Entre ellos, se encuentran hábitos como seguir la dieta mediterránea y realizar ejercicio físico, acudir a las revisiones ginecológicas y realizarse las mamografías de 'screening' cuando corresponda.

«No sólo se ha demostrado que las mujeres que realizan ejercicio físico aeróbico tienen menor riesgo de desarrollar un cáncer de mama sino que, además, en aquellas mujeres a las que se les ha diagnosticado un tumor de este tipo, el ejercicio mejora su pronóstico», ha enfatizado la doctora Calvo Plaza.

Ahora bien, respecto a la prevención, la experta ha subrayado la importancia de la información y educación desde la infancia. «Hay que inculcar a los niños hábitos de vida saludables como la dieta mediterránea y el ejercicio físico», ha señalado, para recordar que, actualmente, los colegios cuentan con programas específicos de promoción de hábitos saludables, si bien, a su juicio, no se debe olvidar la necesidad de adquirir estos hábitos en el ámbito familiar.

Terapias

Por otra parte, Calvo se ha referido al tratamiento neoadyuvante, el que se administra antes de la cirugía, y ha comentado que, aunque antiguamente tenía como fin reducir el tamaño del tumor para realizar una cirugía mamaria más conservadora, en la actualidad se emplea con fines pronósticos y de investigación.

«Sabemos que las mujeres que al operarse consiguen una respuesta patológica completa (ausencia de tumor tras el tratamiento) tienen un mejor pronóstico. Además, la neoadyuvancia ha cogido mucha fuerza en el desarrollo de nuevos fármacos, ya que en 6 meses se puede ver la eficacia de un nuevo fármaco frente a los 5 o 10 años que se necesitan en los estudios de tratamiento después de la cirugía», ha recalcado.

De hecho, puntualiza, gracias a la neoadyuvancia se ha acelerado la aprobación de nuevos fármacos y las mujeres pueden empezar a beneficiarse antes de su administración.

Con respecto a nuevos avances farmacológicos, la doctora ha informado de que son «muchos» los fármacos actualmente en desarrollo, sobre todo, dirigidos a una molécula o receptor que expresa el tumor. Además, ha subrayado la elevada participación de las mujeres españolas en los ensayos clínicos, gracias a los cuales «es posible avanzar aún más en el tratamiento de esta enfermedad».

Finalmente, Calvo ha mencionado la incidencia de cáncer de mama en los hombres y ha recordado que los escasos casos que se producen (uno por cada 99 mujeres) ha hecho que sea «muy difícil» realizar estudios dirigidos exclusivamente a los hombres.

«No obstante, el diagnóstico de cáncer de mama en un varón, debe alertarnos de un posible cáncer hereditario, por lo que debemos recomendar la realización de un estudio genético de BRAC1-2», ha zanjado la experta.