González Arias analiza la Ley de Propiedad Intelectual que entró en vigor el pasado 1 de enero y que contempla que los editores reciban una compensación por parte de agregadores y buscadores de internet cuando usen fragmentos de sus contenidos, una tasa que no percibirán hasta que se desarrolle la orden ministerial que lo regula y que esperan para antes del verano.
Valora cómo los medios impresos han sobrevivido a la crisis del sector y se muestra «moderadamente optimista» porque los números evidencian que se ha frenado la caída de la inversión publicitaria aunque la difusión «sigue en crisis».
-¿Qué evaluación hace AEDE de los primeros meses de vida de la nueva Ley de Propiedad Intelectual?
-La ley entró en vigor sin una parte importante para poderse aplicar, que es la orden ministerial que regula la forma en la que se deben crear la tarifas del sector por las que se cobran los contenidos, no solo los nuestros. Me imagino que los que tenían unas tarifas seguirán aplicándolas y luego regularizarán, pero nosotros como no teníamos nada, tampoco tenemos ningún criterio para empezar a fijarlas. Obviamente entiendo que la orden es un tema complejo porque afecta a varios ministerios y a muchos sectores, pero quizá deberían haberlo previsto y haber salido a la vez (...)
Para nosotros lo importante no era la parte económica porque sabemos que los derechos que podemos adquirir por el uso de nuestros contenidos -si los llegamos a cobrar alguna vez-, serán unas cifras relativamente pequeñas o, por lo menos, no esperamos que sean unas cantidades que nos saquen de ningún problema. Para nosotros, lo importante era proteger los contenidos y que hubiera un derecho que simplemente nos protegiera.
-El carácter irrenunciable de la tasa ha sido uno de los caballos de batalla, ya que hay medios que no desean cobrar esa compensación ¿No era posible una solución intermedia?
-Una solución intermedia es muy difícil viendo el ejemplo de otros países como Alemania. Cuando los operadores que tienes en una parte son pocos y muy grandes, y en otra parte son muchos y más pequeños, o les pones alguna limitación para igualarles en la negociación o estás perdido. La irrenunciabilidad, que está mal entendida, siempre se pone para proteger los derechos de los débiles, y en ese sentido se buscó aquí, para que grandes operadores que manejan el mercado no pudieran pactar con unos y dejar fuera a otros, así que, más que hacerlo en favor nuestro lo hacemos en favor de los más pequeños.
-Una de las primeras consecuencia de esta reforma fue el cierre de Google News. Hace un mes el gigante estadounidense anunciaba el proyecto «Digital News Initiative» en beneficio de los medios de comunicación digitales. AEDE ha valorado el proyecto pero se ha mostrado «cautelosa». ¿Qué temores tienen?
-Ninguno. Nosotros, cualquier proyecto de colaboración con cualquier operador del mercado nos parece bien y siempre estamos dispuestos a escucharlos, el problema es que esto se anunció dándole una importancia excesiva para lo que realmente se concretó, que fue casi nada (...)
Esto no tiene nada que ver con la «tasa Google», la gente lo ha mezclado. La Ley de Propiedad Intelectual sigue un camino, que se aplicará o no, y este proyecto es otra cosa que anuncia Google a nivel europeo al que se pueden adherir los medios que consideren oportunos. Parece más un anuncio de comunicación para dar una imagen de Google en un momento en el que parece que las autoridades europeas le han abierto varios conflictos.
-En 2014 la inversión publicitaria creció en todos los medios excepto en los impresos, que sólo aumentaron en el último trimestre. Las estimaciones para 2015 calculan un crecimiento en prensa de alrededor del 2 % ¿Ha salido la prensa de la crisis?
-No cabe duda de que los números te hacen ser un poco más optimistas porque se ha frenado la caída después de siete años cayendo y creemos que a partir de ahora habrá un crecimiento, aunque no sabemos cuánto.
Por otro lado, la difusión sigue en crisis y cayendo y las perspectivas de la prensa no son las mejores. Es verdad que fueron peores, estuvimos en una época muy mala, pero parece que se han parado. Yo espero que, como siempre, salgamos de la crisis. Hay que ser moderadamente optimistas.
-¿Cree que los medios escritos han sabido adaptarse a la era digital?
-Siempre nos acusan a los medios impresos tradicionales de ser los viejos del sector porque dicen que no nos hemos adaptado a las nuevas tecnologías. Siempre trato de recordar que los medios impresos fueron los primeros que sacaron sus ediciones digitales. El problema es que en el mundo digital no se ha dado con la tecla adecuada para hacer un modelo de negocio que nos permita, por lo menos, monetizar todo el esfuerzo de contenidos que se está realizando ahora mismo (...)
Tenemos grandes medios digitales porque tenemos grandes medios escritos que son lo que pagan, de momento, todo el coste de esa información. Si tuviera que financiarse solamente con los ingresos del digital, seguramente no podríamos mantenerlos.
-¿Qué tiene que ofrecer el papel para que la gente tenga la necesidad de pagar por leer sus contenidos?
-No lo sé, si yo lo supiera... Probablemente no lo sé yo, ni tampoco los medios, que desde que empezaron a sacar sus webs siempre han sido un medio prueba-error. En España no hemos dado con el modelo de negocio ideal en el entorno digital, que además es un mundo que ha cambiado y crecido tan rápido, que en algún momento pilló desprevenidos a los editores de medios en papel.
Antes de empezar la crisis, se le daba importancia a la parte digital pero no tanta como ahora, y a medida que la crisis ha afectado más al papel, que era el que mantenía las grandes cifras, se le ha ido dando más importancia al digital. Al final son dos modelos de información que tendrían que convivir porque son distintos. Internet es la inmediatez y el medio escrito te ofrece un contenido global de todos los aspectos, jerarquizado y con análisis.
Siempre he pensado que es difícil hacer negocio regalando lo mismo que vendes, aunque exactamente lo mismo no es.
-¿Acabará internet con los medios clásicos?
-Cambiarán porque el modo de informarse de la gente cambiará. Soy de los que opinan que los medios clásicos nunca desaparecerán, pero cuando digo medio, no me refiero al papel, sino a la estructura de lo que conocemos como un periódico, como una obra con principio, fin y que abarca un periodo de 24 horas y que te da información sobre ese período.
-¿Cree que la crisis del sector ha afectado a la calidad informativa de los medios?
-Mentiría si te dijera que no, porque cualquier reducción siempre acaba afectando de alguna manera. No obstante, hay que subrayar que prácticamente todos los editores empezaron los recortes por todas las áreas de gestión que no eran redacción, y solo cuando no les quedó más remedio llegaron a la redacción.
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