Dos personas han sido detenidas y más de una decena identificadas durante los violentos incidentes ocurridos anoche tras una manifestación convocada en el barrio de Sants de Barcelona para protestar contra el desalojo y posterior derribo del inmueble ocupado de Can Vies, han informado los Mossos.
Poco después de que terminara la manifestación, en la que participaron varios centenares de personas y que transcurrió entre la plaza de Sants y la estación de ferrocarril del mismo nombre, un grupo de encapuchados irrumpió en la zona y empezó a lanzar botellas contra los periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión que cubrían la información.
En la confluencia de la calle Joan Güell con la plaza de Sants, los encapuchados quemaron una unidad móvil de TV3, que quedó prácticamente destruida antes de que los bomberos pudieran sofocar las llamas.
Los grupos violentos se dispersaron por diferentes calles del barrio y quemaron numerosos contenedores, rompieron cristales de diversos comercios y entidades bancarias y causaron daños en mobiliario urbano, principalmente cabinas telefónicas y paradas de autobús.
Varias decenas de las unidades antidisturbios de los Mossos d'Esquadra se desplegaron por diferentes calles del barrio para dispersar a los alborotadores y efectuaron algunas cargas.
Una de ellas tuvo lugar frente a la sede del semanario de información alternativa «La Directa», donde agentes de la Policía autonómica intentaron entrar, según informa este medio en una nota en su página web.
Según «La Directa», «ante las claras intenciones de los policías de entrar en el local», se accionó el motor de la persiana para impedirlo, momento en que uno de los antidisturbios rompió una vidriera a golpes de porra, causando heridas por cortes de vidrios a dos personas que se encontraban en el interior.
En una segunda carga ocurrida diez minutos después, una periodista radiofónica también fue agredida por los agentes a las puertas del local, según el mismo medio.
Desalojo
La manifestación había sido convocada para protestar por el desalojo del inmueble de Can Vies, que comenzó a ser derribado minutos después de acabar la operación policial, en la que doce jóvenes fueron sacados por la fuerza del interior de la casa, donde seis de ellos se habían atrincherado o encadenado.
El desalojo de este histórico inmueble, que desde 1925 pertenece a la compañía Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), comenzó hacia las 13.00 horas de ayer con un fuerte dispositivo policial de unidades antidisturbios, un helicóptero y una gran grúa que fue utilizada para desalojar a dos de los ocupantes, que se refugiaron en una terraza en la torre del edificio.
Decenas de personas, entre ellas el diputado de la CUP David Fernández, se concentraron en la plaza de Sants en protesta por el desalojo y cortaron durante horas el tráfico en la carretera de Sants de Barcelona.
Una vez finalizado el desalojo, a las 19.00 horas, la comitiva judicial, que siguió el desarrollo del desalojo, entregó el edificio a TMB, que comenzó a derruirlo de inmediato.
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Mientras no se prohiba llevar la cabeza tapada esos vandalos no pararan.