Ana Mato, ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. | Efe

El sistema sanitario español está plagado de fallos administrativos que ocasionan pérdidas millonarias debido, principalmente, a la mala gestión hecha por las administraciones de la atención sanitaria a extranjeros.

Así se desprende de un informe del Tribunal de Cuentas que tras fiscalizar el ejercicio 2009 ha detectado numerosos fallos burocráticos y administrativos de los que responsabiliza tanto al Sistema Nacional de Salud como a las comunidades autónomas.

Irregularidades

La falta de actualización de tarifas, la concesión de tarjetas sanitarias a ciudadanos extranjeros que no cumplían los requisitos, la duplicidad de tarjetas, la asunción de pagos que no les corresponden o la dejación a la hora de facturar a los países de origen, son las principales irregularidades detectadas.

Uno de los principales «agujeros» se encuentra en la facturación de las prestaciones farmacéuticas a extranjeros, concepto por el que en 2009 se facturaron 1.452.207,73 euros por la asistencia prestada en atención primaria.

Tras la inspección, el Tribunal constató que los servicios de salud de las CCAA dejan de facturar de media el 45% del coste de estas prestaciones farmacéuticas servidas a asegurados de los 37 países objetos de fiscalización, lo que supone unas pérdidas de, al menos, 4,5 millones de euros en un solo año. Las administraciones autonómicas tampoco facturan las prestaciones que sus servicios de emergencia ofrecen a asegurados de otros países. En este caso, las pérdidas suben, al menos, a 3,55 millones en un ejercicio. Otro fraude se ha detectado entre 2.586 extranjeros sin recursos que eran titulares de una Tarjeta Sanitaria Española (TSE). El fraude se debe a que la tarjeta de los extranjeros sin recursos tiene una validez de 90 días frente a los dos años de la TSE, periodo en el que, además, estas personas pueden recibir atención médica en su país con cargo a España.