La cifra de nuevos contagios supera claramente el récord de casos registrado el día anterior, cuando Alemania contabilizó 6.638 positivos y 33 decesos. Las cifras de los últimos dos días son las más altas registradas en territorio alemán desde el 28 de marzo, cuando se registraron 6.294 positivos en 24 horas.
Con los nuevos datos, el balance de la pandemia en territorio germano se eleva este jueves a 348.557 personas contagiadas y 9.734 víctimas mortales.
Por lo que se refiere a las recuperaciones, 287.600 personas han conseguido superar la COVID-19, la enfermedad respiratoria provocada por el coronavirus, incluidas 3.000 que han recibido el alta en las últimas 24 horas.
Renania del Norte-Westfalia es la región más castigada, con 86.315 casos y 1.936 muertos, seguida por Baviera, con 76.680 y 2.702 fallecidos, y Baden-Wuertemberg, con 57.455 casos y 1.920 decesos. Berlín contabiliza 20.088 contagios y 239 víctimas mortales.
Alemania es uno de los países más afectados por la crisis del coronavirus en Europa después de España, Francia, Reino Unido e Italia. El país alcanzó el pico de contagios en el marco de la pandemia entre finales de marzo y principios de abril, con más de 6.000 casos diarios, tras lo cual la cifra cayó para volver a aumentar en julio.
Así las cosas, el RKI ha advertido este jueves de que se deberán mantener restricciones vigentes en el país, como el uso de mascarillas y el distanciamiento, pese a la llegada de una vacuna contra el coronavirus.
Según el plan estratégico presentado por la entidad, en 2021 habrá una o dos vacunas disponibles y la lucha contra el coronavirus mejorará considerablemente. Sin embargo, una vacuna en principio solo se aplicará en cantidades limitadas y beneficiará sobre todo a los grupos de riesgo por lo que el RKI considera importante mantener «determinadas modificaciones en la convivencia».
Entre ellas, según informa la agencia DPA, la entidad apuesta por mantener el distanciamiento social, el uso de mascarillas, la ventilación de los espacios así como el traslado de actividades de ocio al aire libre, de ser posible.
«En las próximas semanas y meses en el manejo de la COVID-19 necesitamos medidas restringidas en lo temporal y lo regional, que se adapten al riesgo respectivo», afirmó el presidente del RKI, Lothar Wieler. Según el plan, la meta es evitar tanto como sea posible una sobrecarga del sistema sanitario, efectos secundarios de la enfermedad y casos de muerte.
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