La juez federal de Detroit Victoria Roberts ha dictaminado la suspensión temporal de la orden ejecutiva firmada el viernes por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra la entrada en el país de los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, al considerar que se trata de un ataque a los derechos de las personas que profesan esta religión. La juez ha aceptado una demanda presentada por la Liga Árabe Americana por los Derechos Civiles, que tachaba de «anticonstitucional» la orden ejecutiva de Trump. La Liga actuaba en representación de media docena de residentes legales y permanentes en Estados Unidos, algunos de los cuales habían visto rechazada temporalmente su entrada en aeropuertos del país, de acuerdo con la sentencia recogida por la cadena CBS. Este dictamen vuelve a poner de manifiesto el enfrentamiento abierto entre la Casa Blanca y parte de la Judicatura estadounidense después de que, el pasado día 29, jueces federales de cuatro estados (cinco, si contamos ahora a la juez de Michigan) prohibieran la deportación de los ciudadanos de los siete países de mayoría musulmana incluidos en la orden ejecutiva de Donald Trump. Magistrados de Massachusetts, Virginia y del estado de Washington emitieron dictámenes entre el sábado y el domingo para impedir nuevas expulsiones siguiendo el ejemplo de la jueza de distrito por Nueva York Ann Donnelly, que actuó tras la demanda presentada por dos iraquíes que habían sido retenidos en el aeropuerto JFK. En respuesta, el Departamento de Seguridad Interior indicó que, aun teniendo en cuenta las órdenes de los tribunales, aplicará la orden ejecutiva de Trump «para garantizar que quienes entran en Estados Unidos no suponen una amenaza para nuestro país o para el pueblo estadounidense».