Varios cientos de personas se manifestaron ayer ante el palacio del presidente de Alemania, Christian Wulff, con sus zapatos en alto para protestar contra el máximo mandatario germano, que se encuentra envuelto en un escándalo por un crédito inmobiliario y su enfrentamiento con los medios.

Bajo el lema «Enseñar el zapato a Wulff», los participantes mostraron su rechazo hacia Wulff a la manera de los países árabes, donde es una forma de manifestar desprecio.

«Nosotros sólo queremos enseñarle los zapatos, no tirárselos», dijo Jürgen Jänen, portavoz de los manifestantes en alusión al zapato que un periodista iraquí lanzó en 2008 al presidente de EEUU de entonces, George Bush, un incidente cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo.


Asombro

Vigilados por un amplio dispositivo policial, los manifestantes -en su mayoría gente joven que había sido convocada a través de la red social Facebook- fueron obligados a desalojar la acera junto al palacio y a situarse al otro lado de la calle, donde la protesta fue seguida por numerosos turistas que contemplaban la escena entre asombrados y divertidos.

El presidente de Alemania es objeto de críticas desde que saliera a la luz que financió la construcción de su domicilio privado con un crédito personal de 500.000 euros que le concedió el matrimonio millonario amigo Geerkens, que posteriormente liquidó con otro crédito bancario.

El caso se agravó tras conocerse que Wulff había tratado de evitar la publicación de la primera noticia sobre el polémico crédito con llamadas, al parecer amenazantes, a la dirección del diario Bild y al grupo editorial Springer.