«Lo sentimos», indica un mensaje personal que publicó ayer Murdoch a toda página en siete periódicos del Reino Unido, a tres días de comparecer en la Cámara de los Comunes para declarar sobre las escuchas ilegales a políticos, famosos y hasta víctimas de crímenes del ya desaparecido News of the World.
El presidente y consejero delegado de News Corporation, que engloba medios como los estadounidenses Fox Televisión y Dow Jones o los británicos The Times o The Sun, admite en su mensaje que actuaron tarde, reconoce que «pedir perdón no es suficiente» y promete «medidas concretas» inminentes en respuesta a la crisis.
Muestras de humildad
Es la segunda muestra de humildad del empresario, de 80 años, después de que el viernes pidiese perdón en persona a la familia de Milly Dowler, una niña asesinada cuyo teléfono móvil fue pinchado por el dominical News of the World en busca de una exclusiva.
La divulgación de esa noticia, el día 4, desencadenó la grave crisis del imperio Murdoch, investigado a ambos lados del Atlántico por prácticas periodísticas ilegales y que en una semana tuvo que renunciar al dominical y a su interés por hacerse con el control total del canal de TV británico BSkyB.
En EEUU se le ha abierto una investigación por supuestas escuchas a víctimas del 11-S mientras que en el Reino Unido habrá pesquisas policiales, judiciales y de ética periodística por el escándalo.
Este viernes el último capítulo del drama tuvo nombres propios, los de la británica Rebekah Brooks y el estadounidense Les Hinton, dos de sus más estrechos colaboradores, a los que Murdoch finalmente sacrificó después de 22 y 52 años de servicios, respectivamente.
Su marcha deja solos ante la crisis al magnate y a su hijo James Murdoch, de 38 años y actual presidente en Europa de News Corporation.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
"Cuando los periodistas exigimos información en nombre de la opinión pública o criticamos a personas o instituciones de la Administración o de la sociedad civil, contraemos una responsabilidad moral y política, además de jurídica. Es decir, que se puede abusar del derecho a la libertad de expresión o del derecho a la información sin infringir la ley". Murdoch infringió la ley porque no tenía a mano el Libro de Estilo de El Pais aunque sea el Ciudano Kane del Siglo XXI, corregido y aumentado.