Desde el mes de abril, las lluvias han sido escasas y ello ha provocado una caída de la rentabilidad en el sector agrícola ganadero. | Gemma Andreu
Sin pastos ni forrajes para poder alimentar al ganado por la falta de lluvias que ha estado afectando a todo el país, y con los costes generales disparados a consecuencia de la inflación, el sector agrícola ganadero de Menorca teme por su continuidad. Hace tiempo que el campo menorquín vive inmerso en un entorno de crisis permanente que provoca que año tras año, merme la rentabilidad de las explotaciones, constatando como los gastos convierten en inviables sus negocios. Desde la Asociación de Empresarios de Explotaciones Agrarias de Menorca (Agrame), su presidente Luís Nadal de Olives manifiesta su preocupación por la situación en general, que es mucho más asfixiante en la Isla por el efecto de la doble insularidad y la no compensación de los costes del transporte ante la falta de un Régimen Especial de Balears o el problema del minimis. «Está en riesgo la continuidad del sector lechero y quesero porque la situación se está volviendo inaguantable», manifiesta Nadal.