Imagen retrospectiva de una de las representaciones teatrales que se han llevado a cabo en Torralba d’en Salort durante el verano. | Redacción Cultura

Recorrer el poblado talayótico de Torralba d’en Salort en Alaior se ha convertido en una experiencia diferente e innovadora a todas las visitas que se habían realizado hasta la fecha en Menorca.

La pasión de dos arqueólogas con talante emprendedor ha llevado hasta uno de los yacimientos más importantes de la isla la posibilidad de acercarse y entender mucho mejor el espectacular patrimonio arqueológico que posee Menorca, asistiendo a visitas teatralizadas interactivas o realizando recorridos en noches de luna llena con linternas romanas que, entre otras sensaciones, regalan una visión bien distinta de la imponente taula de Torralba que destaca en el recinto, de su cueva funeraria o de su menos conocida sala hipóstila.

Desde hace dos años el recinto privado propiedad de la Fundació Illes Balears está gestionado integralmente por Nurarq, empresa cultural nacida con el impulso de Irene Riudavets y Cristina Bravo, cuyo propósito es ofrecer actividades de arqueoturismo, persiguiendo una labor de difusión para todos los públicos, sin olvidar la vertiente investigadora.

“Como no puedes dedicarte únicamente a la investigación, decidimos ofrecer visitas guiadas y actividades de turismo cultural en los distintos monumentos que tiene Menorca, hasta que nos dimos cuenta de que nos interesaba poder gestionar un yacimiento de manera completa para poder desarrollar todo nuestro potencial”, explica Irene Riudavets, socia de Nurarq.

Después de presentar una propuesta a la entidad propietaria, les ofrecieron la posibilidad de llevar a cabo la gestión integral del monumento, una decisión que se ha convertido en un éxito de visitas y acogida por parte del público.

Las dos arqueólogas cuentan con personal de mantenimiento y atención al visitante, ya que la visita al recinto está abierta cada día desde Semana Santa hasta el mes de octubre, y el resto del año, los domingos.

“Ello no obsta que realicemos actividades a la carta para grupos privados o escuelas, lo que se ha convertido en una práctica habitual para acercarse de una manera más amena a nuestro pasado”, añade Riudavets. Este invierno también van a desarrollar un trabajo de excavaciones para continuar con la labor de investigación científica en Torralba d’en Salort.

VISITAS TEATRALIZADAS. Durante todo el mes de agosto, dos días por semana, se han ofrecido visitas teatralizadas bajo el título “Un viaje al pasado talayótico” en las que se cuidaba al máximo el detalle de las escenas de recreación histórica. Para conseguir este objetivo, cuatro actores interpretaban varios personajes de diferentes épocas, que mostraban cómo era la vida durante la prehistoria en cuanto a sus costumbres, dieta o incluso religión.

Además, una serie de réplicas arqueológicas ayudaban al visitante a entender qué utensilios, joyas y otros objetos utilizaban los talayóticos e, incluso, los más pequeños podían tocar algunas de estas piezas para entender cómo se hacían determinados trabajos durante la época.

“Estamos convencidas de que se transmite mucho mejor nuestra pasión por la arqueología a través de las artes escénicas o de otras iniciativas que hemos llevado a cabo, como ejemplo degustaciones de vino”, añade Cristina Bravo, socia de Nurarq.

El propósito de estas dos arqueólogas es poner en valor la cultura como motor económico que genera puestos de trabajo y un tipo de turismo atractivo y respetuoso más allá del sol y playa, que puede sumar a la contribución de desestacionalizar las visitas a la isla. El objetivo a corto plazo de Nurarq es poder llevar a cabo de manera continuada actividades distintas durante todo el año en Torralba d’en Salort.