En dicha exposición, el artista mostró una gran cantidad de obra realizada durante los últimos cincuenta años y algunas obras inéditas de reciente creación. Se pudieron contemplar esculturas, pinturas, instalaciones y proyecciones representativas de sus distintas fases de experimentación. Lo que más destacó de la exposición fueron los talleres de Workshop en los que el público pudo trabajar con él y compartir sus experiencias y conocimientos. «Los talleres fueron muy gratos, los pude compartir con niños y adultos, todos ellos interesados en el arte, enseñaba técnicas muy sencillas como el monotipo y el collage que son muy agradecidas y cuyos resultados se ven rápidamente y con los que la gente puede experimentar que el arte no es tan complicado», explicó el artista a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA. Además, añadió que «la finissage había sido una celebración excepcional en donde se ha reencontrado con amigos que no veía desde hacía años».
«Estoy muy agradecido al Ayuntamiento de Sant Antoni por haberme hecho un catálogo magnífico con una introducción de Carles Fabregat y con imágenes de la muestra y por haberme cedido un extraordinario lugar donde poder mostrar toda mi obra. Algunos cuadros fueron hechos expresamente para este lugar», apuntó. «Traerme el taller a la sala ha sido una experiencia muy interesante, porque no es una reproducción ni una copia sino que son los elementos reales del taller que he traído hasta aquí en donde he podido interactuar con el público». También reiteró, como señala en el catálogo, que su fuente de inspiración ha sido siempre «la fuerza de la naturaleza y sus manifestaciones mágicas que se pueden percibir en tantas cosas de nuestro entorno. En definitiva, el alimento de mi alma y de mi ser es el arte de vivir».
Lula Martins (Brasil 1944) cursó estudios en la Escuela de Bellas Artes de su país natal. Martins empezó su carrera artística en 1965 participando en exposiciones colectivas y realizando muestras individuales por diversos países. Posteriormente, en 1972 se trasladó a vivir a Europa, donde obtiene la nacionalidad española. En 1985 se trasladó a Nueva York por un periodo de tres años. Más tarde vino a Ibiza a vivir, lugar donde continúa con su carrera internacional, exponiendo tanto en Europa como en Estados Unidos y Japón. Su obra se encuentra en diversas colecciones privadas y en algunos museos de Brasil y Estados Unidos.
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Me siento muy afortunada de haberlo conocido en sus principios en la isla. He podido disfrutar de algunas de sus creaciones como decorador artístico en varios establecimientos privados dedicados al publico, donde su creatividad y su innovación hacían que su obra no pasase desapercibida. Es para mi, aparte de un destacado artista que imbuye a su obra armonía, magia y su peculiar ternura.