Sant Carles vivió ayer un día grande en el que hubo misa, procesión y ball pagès para todo los públicos. Literalmente. La misa celebrada en la pequeña iglesia de la localidad fue todo un éxito de gente, la procesión fue seguida por numerosas personas, y en la demostración de ball pagès, a cargo de la Colla de Sant Carles de Peralta, participaron una decena de balladors, dos sonadors, tres niños pequeños, María, Catiana e Iván, y varios políticos, entre ellos el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, y el senador del Partido Popular Santi Marí.

El día grande comenzó a las doce de la mañana con el inicio de la misa oficiada por el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura. Como suele ser habitual en sus homilías, ante un templo repleto de fieles, Segura recordó el inició de la diócesis de Sant Carles y la construcción de su iglesia, ordenada en 1785 como tantas otras por el primer obispo que tuvo la isla, Manuel Abad y Lasierra. «En aquella época en esta zona residían unas 80 personas que para asistir a los actos religiosos se veían obligados a desplazarse hasta la iglesia de Santa Eulària, por lo que la construcción de este templo, que al igual que las iglesias de Sant Llorenç o Sant Mateu tiene el campanario desplazado a un lado, supuso un importante paso para el desarrollo de la fe en el lugar», explicó Segura.

Además, el obispo también recordó que el altar mayor y los retablos originales de las capillas fueron destruidos durante la Guerra Civil española y que la restauración de los mismos «fue posible sin ayuda del exterior, sólo con las donaciones desinteresadas y el esfuerzo personal de las gentes de este humilde pueblo».

Igualmente, hubo tiempo para que Segura recordara al patrón de la localidad, San Carlos Borromeo, nacido en el pueblo italiano de Arona en 1538, muerto en Milán en 1584 y considerado uno de los grandes reformadores católicos. Segura lo puso como ejemplo de persona santa e instó a todos los presentes a seguir su ejemplo «de cooperación, ayuda y comprensión ante los demás a través de la aplicación de las palabras de Jesucristo porque entre los muchos santos de la iglesia católica hay gente de todas las edades y clases sociales, casados, solteros, padres, sacerdotes, jóvenes, pobres, eruditos o ignorantes».

Procesión y ‘ball pagès’

Tras la misa llegó el turno de la procesión. Precisamente, antes de la misma se vivió una de las anécdotas de la jornada cuando el cura de Sant Carles, Vicente Tur Planells, tuvo que pedir voluntarios para portar las imágenes ante la falta de ellos. Tras solucionar el contratiempo, finalmente la marcha, compuesta por cuatro imágenes y precedida por el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, y la vicepresidenta del Consell d’Eivissa, Marta Díaz, terminó su recorrido sin contratiempos a pesar de los enormes tacones que calzaba ella.

Después, una decena de balladors y dos sonadors de la Colla de Sant Carles bailaron junto al porche de la iglesia. Entre ellos destacaron sobre todo tres, la pequeña María de 3 años, Catiana de 5 e Iván de 6. Todos ellos demostraron sus habilidades demostrando llevar este arte en las venas y es que incluso, Catiana, que comenzó a bailar hace tres años fue bautizada con el traje de payesa. Lo mismo que el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, quien parece haberle cogido gusto a bailar delante de sus vecinos.