Nieves Portas (centro) con Charo Reina (izquierda), en la zarzuela 'La Revoltosa' | Redacción Cultura - UH

La bailarina y coreógrafa ibicenca Nieves Portas está pasando un verano movidito de trabajo, pues está participando en una serie de espectáculos que el reconocido productor José Luis Moreno está presentando desde el 23 de julio al 3 de octubre en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid: las zarzuelas La Gran Vía y La Revoltosa; la antología Lo más grande en zarzuela, y la de la Danza Española. Montajes que se van alternando, y que en los dos primeros ya pasaron.No es la primera vez que Portas colabora con Moreno, pues ya trabajo hace un tiempo en su ballet televisivo como asistente del coreógrafo Carlos Vilán. Además, durante esta temporada en el Alcalá, la ibicenca compaginará el ballet con la gira que está realizando Isabel Pantoja con su espectáculo Así es la vida, producido igualmente por Moreno.

Así que con tal volumen de trabajo, es lógico que Nieves Portas haya «dejado un poco de lado los proyectos personales, tanto individuales como con mi compañía», apuntó a este periódico, añadiendo: «Me apetecía descansar mental y físicamente, poniéndome bajo las órdenes de otro director, sin tener mayor responsabilidades e interviniendo solo como bailarina».

Una experiencia que le está resultando bien gratificante. «Estoy muy contenta por poder formar parte del elenco de estos espectáculos, compartiendo escenarios con grandes artistas como la cantante y actriz Charo Reina o el actor Pepe Ruiz (Avelino en la serie televisiva Matrimoniadas), que intervienen en La Gran Vía y La Revoltosa. Son grandes artistas y grandes compañeros, tanto dentro como fuera del escenario. Lo pasamos muy bien y está siendo una gran experiencia», explicó.

«Muy emprendedora»

Como está demostrando continuamente (baste recordar la participación hace unos meses con su compañía en el Festival de Hielo y Nieve de Harbin, China), Nieves Portas se ha considerado siempre «una mujer muy emprendedora y con ganas de asumir nuevos retos. Pero creo que de vez en cuando uno tiene que parar, tomarse un respiro y no abarcar más cosas de las que puede. Aunque esto no quiere decir que no vaya a seguir creando, ni mucho menos. Símplemente, en la vida hay que tomar decisiones, y ahora me apetecía tener más tiempo para mí misma y disfrutar de otras cosas», valoró.

Reflexiones de una artista inquieta y animosa, que asegura que «una de las cosas más bonitas de esta profesión es poder viajar haciendo lo que más te gusta, conociendo personas y lugares que jamás habrías imaginado conocer. Sin embargo, lo curioso es que cuando estás fuera echas de menos tu casa y tu país, pero cuando estás aquí te quieres marchar. Por eso ahora también estoy contenta de poder estar un tiempo estable en Madrid, donde puedo llevar una rutina (que siempre se echa en falta) y ver a mi familia más a menudo», reconoció la artista ibicenca, precisando que le encantaría «volver a la isla con cualquiera de estos espectáculos. Estoy segura de que el público disfrutaría a lo grande; y para mí sería todo un honor, como siempre».

Por ejemplo, Lo más grande de la zarzuela, que reúne algunas de las páginas más admiradas y aplaudidas del mal llamado género chico; o la Antología de la Danza Española, un tributo a los grandes compositores de la música española, que combina el color del folklores, la elegancia de la danza estilizada, la dificultad de la escuela bolera y el flamenco de concierto con la música de Albéniz, Falla, Granados, Bretón, Turina y Sarasate, entre otros.