Un alumno del Conservatori, finalista del VI Premio Nacional de Flauta

Rafael Adobas tocó en la fase eliminatoria del Premio el Concierto en Sol mayor de Carl Stamitz y un Madrigal de Phillippe Gaubert; y en la final, el Andante en Do mayor de Mozart y el Concertino en Re mayor de Chaminade.

Futuro prometedor

La profesora de Adobas, Joana Moragues, valoró así sus méritos: «Es un alumno excepcional, tanto en actitud como en condiciones. Además, memoriza mucho las cosas. En el concurso tocó todo de memoria; fue el único que lo hizo de todas las obras; y para su edad, tiene ya dentro una musicalidad de adulto». Por lo tanto, «le recomiendo que siga con la flauta, y que no la cambie por el piano, que también le gusta mucho», precisó tirando para casa.

Este joven y talentoso flautista, que lleva ya cinco años en el Conservatori, empezó a estudiar en el centro «porque mis padres aman mucho la música y mi hermana ya estaba allí cursando piano. Siempre veía conciertos en la tele y me fui animando mucho», contó con una seriedad y un aplomo llamativos para un chico de su edad.

Así que, a la pregunta de sí le gustaría dedicarse profesionalmente a la música, Adobas no dudó un instante: «Sí que me gustaría, y me lo estoy tomando en serio. Empecé con la flauta a los ocho años y ya he aprendido muchas cosas», aseguró el flautista, contento del ambiente que se respira en el Conservatori ibicenco (a la espera -tan larga- de mudarse al nuevo edificio) y de su profesora de flauta en particular.

Y en cuanto a proyectos, Adobas informó que «este verano tengo previsto ir a un concurso nacional de Valencia».