JULIO HERRANZ

La iglesia de Sant Rafel acogerá a las 17,00 horas de hoy jueves el funeral seguido de entierro en su cementerio anexo de Miguel Àngel Ratto Carmisciano (Buenos Aires, 1942), más conocido en la isla por su nombre artístico de Kinoto, que falleció el martes en Vila a los 67 años. «Era diabético, parece que últimamente no se cuidaba mucho, tenía las constantes muy subidas y le dio un infarto», explicó ayer a este periódico su viejo amigo y 'cómplice artístico' Julio Bauzá, con quien el pasado viernes 4 inauguró una exposición conjunta en el restaurante galería Can Cires de Sant Mateu.

El pintor y escultor uruguayo recordó que «desde hace 30 años teníamos mucha amistad; siempre trabajando juntos en Sant Rafel. Últimamente estábamos ya en otros proyectos, porque había dejado la cerámica al jubilarse hace casi dos años. Así, ahora andábamos con exposiciones, pinturas y otros proyectos», precisó Bauzá, haciendo un elogió de la jubilación como tramo existencial envidiable. «Es la mejor etapa de la vida; lo único que lamento es que Kinoto no la haya podido disfrutar mucho tiempo».

Con el mismo sentimiento de pérdida se manifestó el ceramista Carlos Icardi, otro de los amigos y cómplices del malogrado y polifacético artista, desde la atalaya del centro artesanal de Sant Rafel que ellos tres tanto contribuyeron a crear y potenciar. «Éramos amigos desde que decidió establecerse en Eivissa. Lo conocí en Barcelona. Yo estaba ya viviendo en la isla y en cierta manera fui yo quien lo animé a que viniera a trabajar aquí», explicó Icardi.

Por su parte, al pintor y presidente de la rama ibicenca de la Associació d'Artistes Visuals de les Illes Balears (AAVIB), Carles Guasch la noticia de la muerte súbita de Kinoto le ha impactado bastante: «Me sorprendió mucho, porque le vi el viernes en la inauguración de la exposición de Can Cires, con muy buen aspecto y con muchas ganas de hacer cosas, como me dijo». «Teníamos una amistad de muchísimos años, con muy buena relación artística. Expuso en los 80 en la galería Skyros que yo tenía por el puerto. Entonces hacía más cerámica que pintura, pero siempre trabajó las dos cosas, una era complementaria de la otra, porque las figuras que pintaba las aplicaba a la cerámica», añadió.

Kinoto «era un socio muy activo de la AAVIB desde el principio; tuvo un paréntesis por enfermedad durante un tiempo, pero ahora parecía muy recuperado», precisó Guash, quien también destacó «su compromiso fuerte con la vida social de la isla; pues fue uno de los promotres de la plataforma contra las autovías».