Paseo por la obra de un artista que unió «simplicidad con genialidad».

JULIO HERRANZ

El Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE) acogerá a partir de las 20,30 horas de hoy viernes la inauguración de una exposición antológica de toda la trayectoria de Antoni Marí Ribas 'Portmany' (1906-1974) titulada 'La recerca de l'essència', que estará abierta al público hasta el próximo noviembre. La muestra ha sido comisariada por José Manuel Guillén, ibicenco y catedrático de dibujo en la Universidad de Valencia, quien conoció personalmente de niño al reconocido artista.

La exposición se encuadra dentro del amplio programa 'Any Portmany', organizado por el Ayuntamiento de Eivissa para celebrar el centenario de su nacimiento, el pasado 3 de febrero. Ocupa las dos plantas del edificio de Dalt Vila, en los que se despliegan unas 250 obras procedente de 18 coleccionistas y de los herederos del artista distribuidas por grupos temáticos: paisajes (sobre todo urbanos), escenas de mercado, retratos, burros y carros, temas religiosos, puerto y árboles. «Fue el pintor y dibujante más popular de Eivissa, pero hasta ahora no se le había reconocido sus extraordinarios méritos artísticos; y éste era uno de los objetivos fundamentales del 'Any Portmany'», apuntó ayer la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Eivissa, Lurdes Costa.

El comisario recordó en la presentación de la muestra que lo que más le llamaba la atención cuando veía pintar a 'Portmany' en la zona del Mercat Vell y El Rastrillo «era su obstinación en hacer con su arte una crónica de la realidad ibicenca». Guillén remitió al amplio catálogo que se ha hecho de la muestra, en donde reflexiona sobre esa «búsqueda de la esencia» que da título a la muestra, precisando que «la esencia del arte es la autenticidad, como fue el caso de Marí Ribas».

En cuanto a la valoración de su creatividad, el comisario señaló que era un artista «que con pocos elementos expresaba con fuerza y ritmo la realidad en la que vivía»; destacando asimismo el uso que hacía del negro, «un color que integra todos los colores», así como «la importancia de la luz, el trazo y el gesto» en unos dibujos «que tienen puntos de encuentro con la de algunos artistas orientales», subrayó. Además, José Manuel Guillén puso de relieve «su fuerte personalidad como artista», que queda reflejada sobre todo en las obras de su última etapa creativa, la de la década de los 60 y de los 70; aunque la antológica incluye trabajos de todas las etapas, incluidas obras de sus años de aprendizaje (entre otros, con Narcís Puget), pinturas y acuarelas. «Ha sido un trabajo exhaustivo de búsqueda de la obra de un pintor para quien el arte era un viaje que no se acaba nunca», concluyó el comisario.

Por su parte, la directora del MACE, Elena Ruiz, apuntó que esta antológica de 'Portmany' es «una de las exposiciones importantes» que hacemos. Agradeció el trabajo «enorme» realizado por el equipo del museo, y a los coleccionistas por ceder las obras; y apuntó que durante el tiempo que dure la muestra habrá visitas escolares y conferencias sobre un artista que sabía fundir «la simplicidad con la genialidad».

Ruiz Sastre afirmó que 'Portmany' era un caso significativo de «vida y obra cohesionadas»; un artista que «sacaba el máximo de los pocos elementos utilizado»; llegó a comparar sus dibujos con los de Goya y Rembrandt, y alabó «su gran capacidad de trabajó, con una postura casi filosófica, reflejado en miles de obras, probablemente. Una y otra vez ensayaba el mismo tema», precisó Ruiz, añadiendo que se intentará que la muestra sea itinerante.

Por último, la directora del MACE formuló un deseo: «Me gustaría que, aprovechando la ampliación que se va a realizar pronto de este museo, pudiera dedicarse una sala a 'Portmany'».